Encuentro Patagónico: CAPIP aboga por reducir costos y fomentar el desarrollo de la industria naval

La Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) participó en el segundo Encuentro Patagónico de la Mesa de Desarrollo de la Industria Naval, realizado este miércoles en Puerto Madryn. El evento contó con la presencia de cerca de 50 participantes presenciales y alrededor de 60 conectados de manera virtual. Organizado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el objetivo fue fomentar la cooperación entre la industria naval y sectores como la pesca, el gas natural licuado (GNL) y el biogás.

Agustín de la Fuente, presidente de CAPIP, formó parte del panel «Perspectivas de desarrollo conjunto: Industria Pesquera e Industria Naval – Necesidades y nuevas tecnologías a desarrollar en la Región Patagonia». Moderado por Héctor Zorzi, jefe del Departamento de Petróleo, Gas y Minería de INTI SORPAT, el panel también incluyó a Marcos de Monte, presidente de la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) y del Astillero Río Paraná Sur, y Julio Ibáñez, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

De la Fuente destacó la importancia del encuentro para promover la articulación entre el sector público y privado en el desarrollo de la industria naval en la región y el país. “Es un espacio fundamental para mostrar la actividad productiva de la pesca que CAPIP representa, con sus 40 años de historia en el sector y su impacto en la sociedad. Estas jornadas nos permiten interactuar con diferentes actores, desde la industria naval y el ámbito académico, hasta el INTI”, subrayó.

La cámara, integrada por 14 empresas y con más de 80 barcos, representa tanto a empresas nacionales como multinacionales arraigadas en la Patagonia y diversificadas en sus actividades.

Un caladero sostenible

De la Fuente también resaltó la evolución de la pesquería de langostino, que gracias a medidas de manejo como la veda permanente del Golfo San Jorge, permite contar con un stock anual casi estable de 200.000 toneladas. También se refirió al sistema de cuotificación para la pesca de merluza común, en plena etapa de renovación de sus CITC, que asegura la sostenibilidad biológica y otorga reconocimiento a Argentina como un caladero sustentable a nivel mundial.

Generación de divisas

El presidente de CAPIP subrayó la importancia de agregar valor a los productos marinos, un desafío que requiere condiciones competitivas para las empresas. “Argentina captura anualmente unas 700.000 toneladas de tres especies principales: merluza hubbsi, calamar y langostino, lo cual representa exportaciones de alrededor de 2.000 millones de dólares”, contextualizó. Ante proyectos de reforma del régimen pesquero, CAPIP planteó la necesidad de desmitificar ciertas ideas. “No podemos aumentar la pesca sin caer en los errores de otros caladeros”, explicó.

“El 67% de nuestras aguas están vedadas”

De la Fuente cuestionó los excesos proteccionistas de algunos sectores y aclaró que el 67% de las aguas nacionales están vedadas con restricciones móviles y permanentes. “Cuando ciertos legisladores proponen áreas protegidas adicionales, en realidad, hoy casi no tenemos áreas donde pescar”, señaló. Además, destacó la importancia de estos encuentros para discutir el futuro del sector en lugar de centrarse solo en la coyuntura. “Los mercados receptores de nuestros productos están cambiando: el consumo de productos del mar en España, por ejemplo, ha caído un 34% desde 2008, y ahora los consumidores exigen más trazabilidad”, agregó.

Costos y competitividad

Asimismo, De la Fuente mencionó que los costos afectan la competitividad de la actividad pesquera. “La industria de la merluza lleva años con márgenes negativos, y en el langostino premium congelado a bordo la situación es similar desde hace más de cuatro años”, explicó. Para revertir esta situación, consideró esencial revisar los convenios colectivos en dólares, los cuales afectan la competitividad en los mercados internacionales.

Por último, subrayó la necesidad de revisar el esquema de retenciones a las exportaciones y mencionó que el sector enfrenta un arancel del 14% para ingresar productos a Europa debido a la falta de un acuerdo comercial con la Unión Europea, a diferencia de Ecuador, que desde 2017 paga un 0% de arancel por su acuerdo con la UE.

“Contamos con un caladero sano, pero es fundamental debatir cómo reducir los costos para poder ser competitivos a nivel global”, concluyó De la Fuente.

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