Nach: «El rap debe seguir evolucionando, de lo contrario no crecerá hacia ningún lado»
A dos décadas de su primer disco titulado “Poesía Difusa”, el rapero español Nach se alista para una nueva vuelta por Buenos Aires que sellará este viernes desde el Teatro Vorterix para celebrar su aporte a un movimiento cultural donde encontró hace más de 30 años un “camino y una actitud ante la vida” y que está destinado a “seguir evolucionando”.
Poco antes de volver a palpar la “euforia y el amor brutal” del público argentino, que hace tiempo no sucumbe ante sus versos cargados de poesía y reflexiones sabias, el músico y escritor nacido en Albacete bajo el nombre de Ignacio José Fornés Olmo, conversó con Télam sobre su cómo se ha ido calibrando su pluma a lo largo de los años y cómo se lleva con esto de ser un influyente referente.
“Cada vez estoy más consciente de lo que tengo en la cabeza y cómo transformarlo en una canción. Estoy más fino y más audaz haciéndolo, pero el desastre sigue ahí”, postuló.
La portada de aquel primer álbum de 2003 lo presentaba inmerso en el caótico proceso de escritura, agarrándose la cabeza frente a un escritorio y sobre un suelo inundado de papeles y anotaciones, un hábito que sigue pareciéndose bastante al de sus últimas creaciones como “Almanauta”, su última placa de 2018 que nunca llegó a presentar oficialmente en Buenos Aires.
“Yo tengo déficit de atención. Cuando estoy con algo sin terminar, empiezo con otra cosa y luego sigo con otra y otra. Al final -repasó- todo se acumula de una manera muy loca, pero al mismo tiempo mi mente está organizando todo de alguna forma. Si bien estoy más relajado, el caos sigue estando ahí”.
Sobre el alcance de su obra -nueve discos y decenas de singles, seis de ellos en el último año-, señaló que si bien es “un orgullo” marcar el destino de otros colegas, no hay mucho margen para “estar todo el día pensando en eso” porque tiene que “seguir haciendo canciones”.
En esa cuerda apuntó: “Me parece un lujo poder hacerlas, que las oiga mucha gente y dar un mensaje que creo que vale la pena para mí y para el resto. También soy consciente de lo otro porque me llegan muchas referencias de artistas más jóvenes o de artistas consagrados en Latinoamérica que me nombran y eso es un orgullo porque me hace pensar y ver que ha valido la pena, sobre todo para inspirar a otros que han hecho música o a otros a los que mi música les ha servido para algo”.