LA BASE DE LA BRIGADA DE INCENDIOS ESTÁ INCONCLUSA Y AÚN HAY FAMILIAS SIN RESPUESTA

A un año del incendio en Las Golondrinas, el Estado sigue en deuda

Era la tarde del martes 9 de marzo de 2021, el calor era intenso en toda la Comarca Andina, los brigadistas intentaban apagar un incendio cerca de El Maitén, cuando dan aviso de otro incendio, esta vez en el paraje Las Golondrinas. El fuego avanzó tan rápido que hubo familias de El Hoyo y Lago Puelo que no tuvieron tiempo a reaccionar y salieron con lo puesto escapando de las llamas.
Jesús Riquelme, brigadista de Las Golondrinas recuerda con pesar ese fatídico día: “Ese día tenía franco cuando vi la columna de humo, llevé a mi familia a El Hoyo donde está mi casa, levanté la ropa de trabajo y presenté a la Base”, rememora en diálogo con AzM Radio Trevelin.
“La altura del humo y la temperatura”, fueron las señales que vio Jesús que le hicieron esperar lo peor, y recuerda que aquel día, “el móvil de la Base Las Golondrinas estaba asistiendo en el incendio de El Maitén”, por lo que debieron esperar que llegara el móvil de Puerto Patriada.
Aquí, Jesús Riquelme hace su primera pausa: “Hubo muchas falencias, y sigue habiéndolas en cuanto a la prevención”, señala el brigadista, para agregar que “de nada sirve que traigan un par de móviles en plena temporada cuando ya hay incendios. Es necesario estar preparados para llegar a tiempo a todos lados”, revela en reclamo por la falta de recursos adecuados en zonas de alto riesgo de incendio, y la ausencia de tareas de prevención en los tendidos eléctricos entre otros asuntos.

El fuego arrasó con todo

Según los informes posteriores al incendio, el fuego afectó zonas boscosas de grandes pinares, zona de chacras y viviendas. Hubo que evacuar familias enteras que lo perdieron todo, e incluso muchas de ellas aún siguen sin respuestas.
Jesús reconoce que quizá no se trate del incendio con mayor superficie quemada que le tocó combatir, pero sin dudas, “fue el más catastrófico, porque fue el incendio más grande en lugar poblado”.
“Es muy fuerte la sensación al ver a la gente que perdió todo”, admite Jesús, al recordar lo pequeño se siente ante el implacable fuego arrasando con todo a su paso.
Ya han transcurrido 12 meses desde el incendio que convocó a más de 200 brigadistas, arrasó a su paso con 31 mil hectáreas de bosques y decenas de viviendas y edificaciones, entre ellas en la que funciona el Servicio Nacional del Manejo del Fuego, privando a los brigadistas de insumos y herramientas.
“La mayoría de la gente aún se está recuperando”, comenta Jesús, al tiempo que señala que los brigadistas, “todavía estamos trabajando en una casilla como oficina, e improvisamos un galpón para poder trabajar”.
Tras el incendio de la Brigada de Las Golondrinas, el Gobierno se había comprometido a construir una nueva en un lapso de tres meses. Sin embargo, las obras comenzaron en enero de este año 2022, diez meses después del incendio, y hoy a un año del siniestro, los brigadistas siguen sin tener un espacio adecuado para trabajar.

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