«La causa de esta crisis es producto de más de un siglo de sobrepastoreo ovino»
Ante la circulación de notas periodísticas que le atribuyen a los guanacos ser causante de diversos problemas ambientales en la Patagonia, la comunidad científica del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales del CCT CONICET-CENPAT emitió un comunicado con una serie de argumentos que refutan las teorías vertidas durante la última semana.
El objetivo del comunicado fue «brindar a la sociedad información basada en evidencia empírica para promover una ciudadanía reflexiva, munida de información confiable ante versiones falaces que, en muchas ocasiones, se instalan en redes sociales y medios de comunicación». Por este motivo, el Cenpat se vio en la obligación de desmentir y aclarar algunas afirmaciones falsas, confusas y carentes de sustento que circularon en los últimos días en diversos medios respecto al guanaco.
La población del guanaco
El informe comienza afirmando que se estima que antes de la introducción del ganado ovino, al menos 22 millones de guanacos habitaban la Patagonia en equilibrio con los pastizales. Las adaptaciones de las plantas de la estepa y las de estos animales indican una co-evolución de ambos.
«Las poblaciones de guanacos desaceleran su incremento poblacional cuando la densidad (cantidad) aumenta. Esto refuta la idea del crecimiento exponencial y descontrolado que se trata de instalar. De hecho, la especie regula su densidad según la disponibilidad de forraje, mediada por el comportamiento territorial característico de los grupos familiares. Esto permite, amortiguar la presión de pastoreo evitando la degradación de los pastizales por sobrepastoreo de guanacos, como se observara en monitoreos de largo plazo», continúa el comunicado.
En todos los casos estudiados, detalla, cuando se reemplazó el pastoreo ovino por el de guanacos, se observó una recuperación de la vegetación hacia estados más conservados aun a densidades altas. Entonces, las densidades ajustadas a la disponibilidad de forraje y la ausencia de indicios de sobrepastoreo contradicen la idea de sobrepoblación.
La crisis ganadera
Al respecto de uno de los temas más candentes de la problemática, desde el Cenpat aseguran que tampoco hay evidencia sobre la responsabilidad que se le atribuye al guanaco en la crisis ganadera. «La degradación ambiental, causa principal de esta crisis, es producto de más de un siglo de sobrepastoreo ovino resultante de un manejo deficiente del ganado», señalaron desde el organismo científico.
«Tradicionalmente, la asignación de cargas se realizó en base a la percepción y/o necesidades de los productores que sobreestimaron la receptividad de los campos, con una infraestructura y mano de obra mínima para grandes extensiones, lo cual agudizó aún más el problema. Estas prácticas, salvo excepciones, no se han modificado a lo largo del tiempo pese al desarrollo del conocimiento y tecnologías de manejo, por lo que la degradación de los pastizales continúa. Más del 90 % de la superficie de la Patagonia extra-andina presenta algún grado de degradación y por este motivo la actividad ganadera se ha tornado inviable en algunas zonas. En este contexto, es fundamental destacar que durante todo el periodo de declinación abrupta del stock ganadero patagónico, las poblaciones de guanacos estuvieron en sus mínimos históricos por lo que difícilmente pudieron influenciar dicha caída», aclararon.
Competencia entre guanacos y ganado ovino
En cuanto a la competencia entre guanacos y ovinos, bajo condiciones de forraje limitante, el ganado desplaza a los guanacos, aseguraron los especialistas. «Esto resulta en una segregación donde estos últimos usan recursos que el ganado no es capaz de aprovechar (fondos de cuadro alejados de las aguadas, forraje en altura, plantas no consumidas por el ganado, entre otros) y/u ocupando sitios tan degradados que dejaron de ser aptos para la ganadería».
Agregando que «en relación a sitios no aptos para la ganadería, cabe resaltar el potencial del guanaco como una especie con características de ingeniero de ecosistemas dado que las letrinas comunitarias que forman (bosteaderos) funcionan como islas de fertilidad generando sitios de acumulación de nutrientes, humedad y semillas que favorecen la regeneración de la vegetación. De esta forma, el potencial de generar sitios favorables para el establecimiento vegetal sumado a sus características de pastoreador de bajo impacto y su capacidad de habitar ambientes pobres, señalan a estos animales como una especie con potencial para la restauración natural de ambientes degradados».
De esta forma, desde el Cenpat afirmaron que «por todo lo expuesto, no tiene ningún fundamento pensar que el guanaco representa un riesgo para el ecosistema patagónico. Dicha especie, con una de las fibras más finas del mercado, se presenta como una oportunidad invaluable para diversificar las actividades productivas de la región, complementar una ganadería ovina sustentable y promover la recuperación de las áreas degradadas, en un contexto de cambio climático acelerado. En este sentido, el manejo de los pastizales y las actividades que se desarrollan sobre estos debería definirse sobre el mejor conocimiento disponible, integrando el trabajo desarrollado durante décadas por sectores científicos, técnicos y productivos».
Recurso valioso
El guanaco es uno de nuestros principales atractivos turísticos, es una especie icónica de la provincia del Chubut, de la Patagonia y de su historia. Todos estos argumentos basados en evidencia y corroborados por décadas de estudios llevados adelante por la comunidad científica del CONICET y otras instituciones científico-técnicas, no persiguen otro objetivo que el de procurar brindar información veraz y confiable a la sociedad, como también salvaguardar la población de una especie nativa que reviste un alto valor ecológico, económico y cultural de la provincia del Chubut.
Esta controversia surge en el marco de la Disposición 812/2024 de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, que habilita a las provincias patagónicas a que establezcan planes de manejo y aprovechamiento del guanaco, el CCT CONICET- Cenpat se pone a disposición de las autoridades provinciales competentes, para proporcionar toda la información científica pertinente así como la experticia de sus investigadores en el tema a los fines de tomar decisiones responsables y consensuadas en beneficio de todos los habitantes chubutenses y de la sostenibilidad de la especie. (Fuente: CONICET)