La mayor operadora de agua de Mendoza, Aguas Mendocinas (Aysam) demostró que la instalación de medidores en Guaymallén, lo que fue una prueba piloto, permitió que los usuarios redujera el consumo, a pesar de que todavía no se está cobrando por litro utilizado, sino por las superficies de la vivienda o la instalación comercial.

En un cálculo de Aysam, estos 2.500 usuarios pasaron a utilizar de 700 litros (lo que se estimaba) a 500 y 250 litros por persona por día. Lo que representa en promedio el 20%, de acuerdo con cálculos propios, ya que Aysam no lo tiene establecido por ahora.

Este comportamiento vino reafirmar la eficiencia de la micromedición y de que se implemente para mediados del 2025 una nueva forma de facturar el servicio. De manera paralela se está preparando la licitación para la macromedición que implica la búsqueda de fugas en las cañerías.

«Este es un gran laboratorio de todas las acciones que tenemos que hacer en la provincia. Este área tiene viviendas de 200 metros, zona industrial, comercial, el Club de Campo Mendoza, entre otras. Con esto ya tenemos datos para elaborar un pliego de licitación más ambicioso porque necesitamos medir el agua. Necesitamos saber cuánto estamos produciendo y cuánto están consumiendo los mendocinos», especificó el titular de Aysam, Humberto Mingorance.

El cuadrante donde se están colocando estos medidores de agua abarca la zona de Acceso Sur, Rodríguez Peña, Acceso Este y Francisco Gabrielli.

Qué arrojó la prueba piloto de la micromedición de agua potable en Guaymallén

Mingorance detalló que de los primeros 500 medidores se demostró que los usuarios cuidan el consumo y lo bajaron.

«Los números varían bastante. De 200 litros de agua consumida per capita a 500 litros. En ningún caso se excedieron a los 700 y 800 litros. Aún no lo estamos cobrando vamos a esperar hasta que estén los 20.000 instalados y vamos a comunicarle a los vecinos cuánto están gastando y cuánto es el costo por litro», precisó el titular de Aysam.

En un lapso de seis meses, los usuarios van a ser capacitados para que puedan verificar cuánto gastan, cuánto deberían pagar y readecuar las instalaciones en el hogar.

«Normalmente se piensa y se dice que el consumo ronda entre los 600 y 700 litros por persona, pero lo que estamos viendo es que la gente está consumiendo menos. No sabemos si es porque los usuarios saben que le hemos colocado un medidor, aunque no se lo estemos cobrando por ahora o porque en su hábito no tienen el consumo que nosotros pensábamos», analizó. Y agregó, «ahora tenemos que hacer un trabajo más científico para saber cuánto estamos produciendo, cuánto estamos volcando al sistema, el consumo y lo que se pierde».

En este tiempo de gracia, deberán adecuar el consumo a lo que pueden pagar, con duchas más cortas, acumulando la ropa para lavar y hacerlo un día en la semana, al igual que reparar las pérdidas que haya en el hogar.

Aysam no cuenta con una proyección de cuánto podría aumentar la recaudación por el servicio de agua y cloaca por lo que deberá hacerlo con los valores del próximo año.

En una próxima etapa, los usuarios tendrán a través de una aplicación el registro por día del consumo y van a poder llevar un control de lo que están gastando.

«Si antes de acostarse gastaron 10 litros de agua y en la mañana les figura que mientras dormían se perdieron 8, lo que significa es que tienen una fuga y van a procurar arreglarlo», ejemplificó.

Aysam saldrá a la «caza» de las fugas para la reparación y evitar pérdidas de agua

En la planificación de Aysam también está contemplada la macromedición, a partir de la cual se utilizarán otras tecnologías para detectar el agua que se pierde.

En forma paralela, se va a hacer el llamado a una nueva licitación para la adquisición de nuevos medidores y está en estudio iniciar nuevas intervenciones en otros oasis y a la vez ampliar Guaymallén.

Mingorance ponderó que las consecuencias del cambio climático obligan a generar mecanismos de cuidado del agua y concientización, tanto para Aysam que abastece al 60% de la población de la provincia, como los operadores de los municipios de Maipú, Tupungato y Luján de Cuyo.

El Código de Aguas pone escena la discusión del cuidado del recurso hídrico

El Código de Aguas es otra de las herramientas por las cuales el gobernador Alfredo Cornejo, quiere medir y cobrar el recurso por los distintos usos bien específicos, en el marco de una escasez hídrica que se profundiza.

Sin embargo, el tema generó algunos sectores en contra y se extendió el plazo para su análisis antes de ser enviado a la Legislatura. Ahora se aplazará hasta el 15 de octubre.

Mientras tanto, Cornejo evalúa un plan para extender la micro y macro medición para hacer efectivo un programa a corto plazo y no que se frustre o aletargue en la Legislatura.

La certeza es que Mendoza contará con el 50% menos de oferta en los próximos 30 años.