DEL "PINKWASHING" AL "ECO FRIENDLY"

Los términos que usa el marketing para apropiarse de las causas sociales

Un grupo de lingüistas desarrolló un glosario con palabras que se utilizan para nombrar cómo, desde hace años, las empresas alrededor del mundo han capitalizado la coyuntura social, las luchas de derechos y las oleadas de empatía hacia causas iniciadas, por ejemplo, por el movimiento feminista o la comunidad LGBTQ+, reflejada en términos como «pinkwashing» o «eco friendly».
Mediante campañas de marketing y publicidades llenas de frases, expresiones, colores y símbolos, haciendo referencia a su apoyo a las distintas causas -diversidad, inclusión, igualdad y equidad de género- muchas corporaciones buscan influenciar positivamente a su audiencia, pero no siempre tienen un verdadero propósito de inclusión y transformación, sino que son una clara estrategia de marketing aprovechando la agenda mediática y social.
Para entender y detectar estas prácticas, los expertos lingüistas de Babbel, una plataforma de aprendizaje de idiomas, desarrollaron un glosario con los términos y palabras que se utilizan en este sentido y que reflejan el apoyo fingido de las corporaciones como «pinkwashing», «purplewashing» o «rainbow washing».
Uno de los primeros términos que surgió en inglés y que literalmente significa «lavado rosa» o «lavado de imagen rosa» es «Pinkwashing» (del verbo wash=lavar y pink=rosa). Esta palabra es utilizada para señalar cuando una empresa, partidos políticos y países utilizan diferentes estrategias de marketing para dar a conocer su apoyo o simpatía al movimiento LGBTQ+, principalmente en fechas conmemorativas como el «Día Internacional del Orgullo LGBTQ+» o «Día del Orgullo».
El término se acuñó durante la década de los 90 y en un principio fue utilizado por la organización Breast Cancer Action, en Estados Unidos, para criticar a las empresas que se pintaban de rosa para apoyar la lucha contra el cáncer de mama, sin que realizaran acciones contundentes contra esta enfermedad. Un ejemplo claro de esta práctica es el cambio de los logos de distintas empresas a los colores de la bandera del orgullo sin hacer ningún cambio estructural en sus políticas.
«Purplewashing» hace referencia al color violeta o púrpura (purple), que siempre ha sido relacionado con el movimiento feminista. El «lavado de imagen púrpura o violeta» ha cobrado mayor fuerza en los últimos años por la creciente exposición de la desigualdad y violencia que viven las mujeres en todos los ámbitos de la vida cotidiana y empresarial. Aunque las corporaciones y organizaciones políticas enarbolan la bandera de la igualdad entre hombres y mujeres no necesariamente eso se ve reflejado en, por ejemplo, la igualdad de salarios, espacios libres de violencia o un mayor número de mujeres en posición de liderazgo.
Otro término, «Rainbow washing» refiere a la apropiación y mercantilización de los colores asociados a la comunidad LGBTQIA+ con fines lucrativos, y por lo general sucede exclusivamente durante el mes de junio de cada año. Se venden miles de diseños de ropa, calzado u objetos en tonos arcoíris.
El «Red washing» o «lavado de imagen rojo», es una forma de propaganda en la que se utilizan discursos de izquierda de manera engañosa para promover la percepción de que una organización o empresa comprometida con la igualdad social, en alusión al color que es símbolo mundial del socialismo.
«Green washing» alude a los productos «maquillados» de color verde (green en inglés) sin que realmente sean respetuosos con el medio ambiente. Este es el más cotidiano y una gran cantidad de empresas y organismos se autoproclaman «Eco friendly» poniendo sellos en sus envases o empaques, cuando en realidad sus políticas terminan perjudicando el entorno que los rodea, explicaron los expertos lingüistas en el comunicado de prensa difundido por Babbel. (Fuente: Télam)

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