Luego de que el Gobierno Nacional elevara el piso del Impuesto a las Ganancias a $280.792 a partir de junio próximo, economistas analizan el impacto que la inflación y las paritarias continuarían generando en aquellas personas contempladas por dicho impuesto.

En diálogo con El Diario, el economista de Chubut y especialista en Finanzas, Federico Michi, advirtió que «la suba del Mínimo No Imponible se debería haber hecho en enero de 2023, en base al cálculo del RIPTE, es decir, de la evolución de los salarios».

En el mismo sentido, el especialista sostuvo que «si bien durante 2021 el RIPTE evolucionó por encima de la inflación en un 2,5% anual, este año, la puja de la suba de precios amenaza con ganarle a los salarios».
Esto último «implica una desventaja en términos de poder adquisitivo, en general, y que aprieta aún más el zapato para aquéllos que paguen Ganancias».

Michi precisó que «en principio, el ministro de Economía de la Nación sostiene que estaba contemplado en los cálculos este ‘menor ingreso’ al fisco», aunque remarcó que «por un lado, se combina la pérdida de poder adquisitvo producto de una elevada inflación para 2022, no solo sumando lo que sucedió en los primeros meses del año, sino lo que falta, y por el otro algunas personas más afectadas de las que deberían si tomáramos índice de inflación para actualizar dichos deducciones en la Ley de Impuesto a las Ganancias».
«De cualquier manera, son las reglas de juego que propone el marco normativo actual», sentenció.