Desde que, en el verano pasado, en Francia, se decretó la obligatoriedad de exhibir pases sanitarios para acceder a la mayor parte de los lugares públicos, se detectaron 182.000 certificados falsos. Así lo reconoció el Ministerio francés del Interior, indicando que abrieron más de 400 investigaciones sobre este tipo de fraudes.
Al respecto, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ordenó reforzar la vigilancia sobre el uso de pases fraudulentos y anunció el arresto de un centenar de personas, tanto de usuarios como de traficantes de ese tipo de documentos.

Campaña de vacunación

La imposición del certificado sanitario para muchos actos de la vida social como ir a un bar, a un restaurante, a un espectáculo o a un estadio busca fomentar la vacunación en Francia, donde casi el 90% de los candidatos a la inyección ya han sido inmunizados según los datos oficiales.
Para ello, además de intensificar la lucha contra los pases falsos, el primer ministro, Jean Castex, anunció que a partir de febrero solo la vacunación serviría para tener el certificado sanitario y no un test negativo, como ocurre hasta ahora.