Animalito e’dios
Por primera vez se registró un tiburón nodriza, también llamado tiburón gato, de color naranja brillante. El hecho se dio en Costa Rica, cerca del Parque Nacional Tortuguero, en donde unos pescadores deportivos hallaron a este animal a 37 metros de profundidad y en aguas de 31 °C de temperatura.
“Fue muy poderoso”, dijo Garvin Watson, uno de los pescadores, a CNN en Español. “La pelea de este tiburón fue completamente diferente a la de los que estamos acostumbrados a enganchar”. Watson agregó que, a pesar de que él y sus colegas ya habían encontrado tiburones nodriza, siempre eran de color café o gris, pero nunca de color naranja.
En ese entonces, los pescadores tomaron imágenes y videos de este particular individuo, las cuales compartieron en sus redes sociales, y finalmente lo liberaron. Ahora, casi un año después del suceso, científicos de Brasil, Venezuela y Costa Rica revelaron un estudio que explica el brillante color del tiburón adulto, de aproximadamente 200 centímetros de longitud.
El espécimen tendría una condición denominada xantismo o xantocromismo, una anomalía genética que desencadena esta pigmentación naranja o amarilla. Aunque se han visto casos de xantismo en aves, es mucho menos común en animales marinos. “Este es el primer caso documentado científicamente de xantismo total en la especie G. cirratum y el primer registro del Mar Caribe”, se lee en el artículo publicado en la revista Marine Biodiversity.
Aunque el tiburón no contaba con las características clave para camuflarse en su entorno, como el típico color gris, los científicos consideraron que su condición no ha perjudicado su supervivencia, pues logró alcanzar una edad madura, además de que se mostró en buenas condiciones.
Pero además del xantismo, el animal presentó otro rasgo peculiar: sus ojos eran blancos, sin el común iris negro, lo que sugiere que también era albino. A esto, sumado a la pigmentación amarillo-naranja, se le denomina albino-xantocromismo. En el artículo, los autores subrayaron que aún se necesitan más investigaciones para explorar “los posibles factores genéticos o ambientales que influyen en esta rara anomalía”.