El país centroamericano elegirá a su máxima autoridad en medio de denuncias de candidatos opositores a los que se les prohibió competir.

La Organización de Estados Americanos (OEA) confirmó el arribo a Guatemala de la misión electoral que supervisará los comicios presidenciales del próximo domingo.

El organismo, liderado por Luis Almagro, ya ha comenzado su despliegue en todo el país de cara a las elecciones del 25 de junio, en las que dará seguimiento a la organización y velará por el cumplimiento de las leyes y las normas correspondientes.

“El domingo próximo, día de las elecciones, visitarán centros de votación en todos los departamentos del país para conocer el desarrollo de la jornada electoral, desde la instalación de las mesas hasta la transmisión de los resultados”, señaló el organismo en un comunicado en el que informó a su vez, que la comitiva está encabezada por el ex ministro de Asuntos Exteriores de Paraguay Eladio Loizaga y otros 91 especialistas y observadores de 20 países.

Asimismo, una vez finalizado el proceso electoral, la misión realizará un informe preliminar en el que plasmará sus observaciones y recomendaciones sobre este tipo de eventos.

Previo a este despliegue, el equipo de expertos de la OEA realizó dos visitas al país en las que se reunió con los miembros de los partidos postulantes, las autoridades electorales y otros actores relevantes.

El rol de estos veedores será crucial ya que la votación se realizará en medio de numerosas denuncias de candidatos opositores a los que se les prohibió presentarse y competir.

La Sala Sexta del Tribunal de lo Contencioso Administrativo guatemalteca vetó la postulación de Carlos Pineda -del partido Prosperidad Ciudadana (PC)-, de los derechistas Rafael Curruchiche y Roberto Arzú, y de la líder indígena de izquierda Thelma Cabrera.

“Estoy siendo perseguido por el Estado, estoy siendo acosado por el Estado, estamos en vísperas de una dictadura, estamos ya en una dictadura”, declaró Pineda un mes atrás cuando conoció el fallo judicial en su contra en el que se mencionan criterios señalados de “arbitrarios”, según la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).

Con estas bajas, los aspirantes al Palacio Nacional son la ex primera dama Sandra Torres -quien encabeza las intenciones de voto-, el diplomático Edmond Mulet y Zury Ríos -hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt-.

Sin embargo, y a pesar de que todos han competido en comicios anteriores, se espera que la decisión final se resuelva en un ballotage el 20 de agosto ya que ninguno alcanzaría la mitad más uno de los votos para consagrarse presidente.

“Es muy probable que la elección vaya a una segunda vuelta en agosto entre la ex primera dama de centro-izquierda Sandra Torres y uno de los tres principales candidatos conservadores, cualquiera de los cuales probablemente derrotaría a Torres, dadas sus altas tasas de rechazo”, comentó Risa Grais-Targow, de la consultora Eurasia.

Por otro lado, la experta señaló que “independientemente del resultado, la elección generará una amplia continuidad política en términos de prudencia macroeconómica y resistencia continua a la transparencia”, dos aspectos que han estado en la mira de organismos internacionales.

En la última década, Guatemala descendió notablemente en el ranking de percepción de la corrupción elaborado por la ONG Transparencia Internacional, bajando hasta el puesto 150 de 180.

Sumado a ello, la gestión del presidente Alejandro Giammattei ha generado gran insatisfacción entre la sociedad, que desaprueba su gobierno por su ineficiencia ante los problemas sociales y económicos y sus maniobras cada vez más autoritarias.

“Estamos muy preocupados porque los escenarios, en este momento, llevan a pensar que el posible próximo presidente de Guatemala va a ser una persona que no va a tener ningún compromiso en la lucha contra la corrupción, con los derechos humanos, ni con la restauración de los valores democráticos”, sumó al respecto Carolina Jiménez, presidenta de WOLA.

FUENTE: Infobae