ALBERTO FERNÁNDEZ CRITICÓ A ESTADOS UNIDOS EN LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

«Ser país anfitrión no otorga la capacidad de imponer un derecho de admisión»

El presidente Alberto Fernández cuestionó este jueves, en la disertación en la IX Cumbre de las Américas, las anteriores gestiones de los gobiernos de Estados Unidos y Argentina. «Los años previos a su llegada al Gobierno de los Estados Unidos de América, estuvieron signados por una política inmensamente dañina para nuestra región desplegada por la administración que lo precedió», advirtió Fernández y aseguró que «es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen».
En ese contexto, destacó que la intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) «fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia», en alusión a la gestión del expresidente Mauricio Macri.
Expresó que la intervención de Trump fue «con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política», destacó el Presidente y afirmó que «por tamaña indecencia sufre hoy todo el pueblo argentino».
Además, lamentó que en la Cumbre de las Américas «no hayamos podido estar presentes todos los que debíamos estar», a la vez que alertó a su colega de Estados Unidos, Joe Biden, que «es momento de abrirse de modo fraterno» para «favorecer intereses comunes» porque la administración que lo precedió desplegó «una política inmensamente dañina para nuestra región».
«El silencio de los ausentes nos interpela», dijo el jefe del Estado en un discurso pronunciado en su carácter de presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde afirmó que «ser país anfitrión no otorga la capacidad de imponer un derecho de admisión».
Con esas frases, Fernández aludió en la Cumbre de Los Ángeles a la decisión de Estados Unidos de no invitar a la reunión a las delegaciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
«Lamento que no hayamos podido estar presentes todos los que debíamos estar en este ámbito tan propicio para el debate», manifestó.
En ese sentido, sostuvo que «hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas».
«Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un ‘derecho de admisión’ sobre los países miembros del continente», expresó y dijo que «el diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia, la modernización y la lucha contra la desigualdad».
En esa línea, se dirigió al jefe de Estado norteamericano y dijo: «Presidente Biden. Estoy seguro de que es momento de abrirse de modo fraterno en pos de favorecer intereses comunes».
En otra parte de su intervención, señaló que en esta Cumbre «debemos analizar el presente y proyectar el mañana en pos de una reconstrucción creativa del multilateralismo» y dijo que «no se puede imponer un pensamiento único en un mundo que exige la armonía sinfónica frente a los dramas comunes».
«La OEA, si quiere ser respetada y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada, debe ser reestructurada removiendo de inmediato a quienes la conducen», advirtió.
En esa línea, aseguró que «la Banca de Desarrollo Regional, sin más demoras, tiene que volver en su gobernanza a América Latina y el Caribe» y «el BID requiere un proceso de capitalización para tener más y mejores medios de financiamiento».
Asimismo, expresó que viene de «un país humanista donde consagramos el valor de los derechos humanos como el corazón de nuestra identidad y siempre defenderemos su vigencia en todos los ámbitos» y sostuvo que «por eso nos resulta natural pensar en la construcción de un futuro sostenible, resiliente y equitativo, como reza el lema de esta cumbre».
«No he venido a Los Ángeles a discutir cuándo hacerlo. El momento es hoy. El hambre ataca. Solo debemos debatir cómo hacerlo», afirmó el jefe de Estado y manifestó que «ante tanta desigualdad, debemos plantear la necesidad de políticas impositivas progresivas» y dijo que «la renta inesperada que la guerra entregó como un regalo a grandes corporaciones alimenticias, petroleras y armamentísticas debe ser gravada para mejorar la distribución del ingreso».
En el marco de su segundo día de actividades oficiales en Estados Unidos, Fernández mantuvo un encuentro con el CEO de Google, Sundar Pichai.
Asimismo, tiene previsto en las próximas horas una reunión bilateral con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y otra con el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.

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