28° ANIVERSARIO DE LA TRAGEDIA MÁS GRANDE OCURRIDA EN LA HISTORIA DE LA CIUDAD

Madryn conmemoró un nuevo Día Nacional del Mártir Bombero Voluntario

La ciudad de Puerto Madryn volvió a recordar a los 25 bomberos que fallecieron hace 28 años, en la tragedia ígnea más grande registrada en la historia local.
El acto central tuvo lugar en la Plaza San Martín, y participaron representantes locales de la Municipalidad, el Concejo Deliberante, funcionarios provinciales y referentes de distintas instituciones y empresas locales, entre ellas Aluar, además de funcionarios y representantes de Puerto Pirámides. El encuentro inició a las 8:30, para luego trasladarse al Panteón de Bomberos Voluntarios donde se realizó el Responso, culminando luego de las diez de la mañana con una ofrenda floral colocada en el barrio Mapú Gnefü.

Memoria y profesionalismo

En diálogo con El Diario, el titular de la Asociación Bomberos Voluntarios de Puerto Madryn, Gastón Alcucero, expresó que «más allá del día, que es conmemorativo, las sensaciones están presentes los 365 días del año y de alguna manera los honramos con nuestra profesionalidad, capacitación y trabajo».
Asimismo, el representante del cuerpo bomberil planteó que «las capacitaciones son para darle la dimensión necesaria a los ejes que hacen que nuestros bomberos, por más voluntarios que sean, también sean profesionales».

«El dolor no es comparativo»

Tras la colocación de las ofrendas florales, Alcucero se dirigió a la comunidad y, en su alocución, sostuvo que «todos los 21 de enero de cada año, desde aquél fatídico 1994 a la fecha, nos congregamos para conmemorar la desgracia más grande que pudo haber sufrido un cuartel de bomberos a lo largo y ancho del país» y planteó que «no tengo dudas de que el dolor no es comparativo, es justamente un sentimiento que uno no puede evitar».

Sin consuelo

Al mismo tiempo, convocó a «mirar en silencio, escuchar a cada uno, a sus padres, a los familiares de aquellos bomberos caídos en el cumplimiento del deber; sé que mi consuelo no cambiará un ápice de su dolor, pero es cuanto puedo darles como consuelo que nunca existirá, porque su ausencia estará siempre presente en sus corazones» y reconoció que, «desde aquella época ha cambiado mucho todo, pero lo que no cambió es la naturaleza en la región, el viento del verano, la sequedad, la imprudencia humana, el desconocimiento de algunos y los intereses personales y el individualismo de otros, que muchas veces priman y creen que son el ombligo del mundo; seguramente habrá honrosas excepciones».

Honor y abnegación

«Nuestros caídos el 21 de enero de 1994, muchos de ellos hijos de la ciudad, tenían la ilusión de vivir para hacer lo que eligieron en su vida: y una de esas cosas era ser bombero voluntario, servir desinteresadamente a la comunidad a cambio de nada, solo por su seguridad. Porque algunos creen que la seguridad ciudadana es solamente el delito, nosotros le agregamos a la seguridad integral los siniestros, los accidentes, las situaciones de riesgo de las personas y las cosas, desarrollando nuestra tarea día a día con sacrificio, valor y abnegación», manifestó Alcucero.

Una tragedia que marcó la memoria colectiva

El 21 de enero de 1994, 25 bomberos voluntarios de entre 11 y 23 años acudieron a un incendio forestal a unos tres kilómetros de de Puerto Madryn, pero la tragedia acecharía a las víctimas, que se vieron sorprendidas por un cambio de viento, lo cual generó que quedaran rodeadas por las llamas y fallecieran, en su mayoría, asfixiadas.
Dos dotaciones de bomberos arribaron al lugar, integradas por 25 adolescentes y jóvenes: salieron hacia el suroeste de la ciudad portuaria para combatir el incendio forestal, pero jamás regresaron con vida.

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