La jueza penal de Puerto Madryn, Patricia Reyes, habló sobre la equidad de género en el marco de los pliegos enviados a la Legislatura para cubrir vacantes en el Superior Tribunal de Justicia (STJ).
En diálogo con Clave Política, la magistrado, que a su vez es delegada de la Asociación de Mujeres Juezas de la Argentina (AMJA) en Chubut, sostuvo que «es una sorpresa la decisión del Gobernador, máxime cuando hace tanto tiempo que venimos reclamando que nos escuchen, en relación a completar las vacantes del Superior Tribunal, ya que desde 2014 a la fecha nunca se completó en su totalidad».

Hacia dónde va el mundo

Asimismo, Reyes expuso que «este era un tema que se reclamaba porque, institucionalmente, es un poder del Estado que estaba incompleto para su funcionamiento» y, consultada sobre la paridad de género en dicho órgano, explicó que «el Estado Provincial forma parte del Estado Nacional y este último ha adquirido, con fuerza constitucional y convencional, tratados internacionales que están en pos de la paridad; y dichos tratados obligan a los estados que ratificaron estos tratados, a cumplirlos».
«No estamos reclamando que el señor Gobernador cumpla con una frase de la Ley V 152, sino que el Estado Provincial cumpla con los órganos internacionales porque así lo han dicho la ONU, la Comisión que controla el funcionamiento de la CEDAW y de la Convención Belém do Para», planteó la jueza de la ciudad del Golfo.

Puestos de decisión

«Empezamos a preocuparnos por la idoneidad cuando decimos ‘las mujeres tienen que llegar a estos cargos’, y hablamos de hombres y nunca nos preguntamos si están preparados, porque siempre han sido ellos los que alcanzaron puestos de decisión. Claro que nosotras somos idóneas, por eso somos juezas, abogadas, defensoras, fiscales, en la misma cantidad y paridad que los hombres: lo cierto es que no nos dan la oportunidad. Y la importancia de llegar como mujeres a estos puestos de decisión, cambia la capacitación y cambia la mirada», fundamentó Reyes.

Todas las voces

A modo de ejemplo, recordó que «cuando accedieron las doctoras Argibay y Highton de Nolasco a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, surgieron la Oficina de la Mujer, el Mapa de Género, los mapas de femicidio, la capacitación en género, y todo ello viene a que nosotras, las mujeres, que estamos en el territorio y recibimos parte de las decisiones que se toman en el Poder Judicial, somos parte del 50%» y remarcó que «así como se requirió el 50% en la Legislatura para que sean escuchadas las voces de las mujeres cuando se votan las leyes, también debemos ser escuchadas en la administración de Justicia».