El punto Nemo fue descubierto por el ingeniero croata canadiense Hrvoje Lukatela, en 1992. utilizando un programa de computación especializado, buscando tres puntos equidistantes en el globo terráqueo.
De acuerdo con el medio BBC, está localizado a más de 1.600 kilómetros de las costas de tres islas, Isla Ducie, Motu Nui (islote de la Isla de Pascua) y Maher, todas ubicadas en el Océano Pacífico. Y su nombre proviene del personaje del escritor francés, Julio Verne: protagonista de la novela Veinte mil leguas de viaje submarino.
Según la revista National Geographic, al ser tan remoto, el viento no alcanza a arrastrar desde tierras continentales ningún tipo de materia viva; por lo cual, no hay actividad biológica allí.
Y como no existe la presencia de especies, ni de vida marina, el Punto Nemo se utiliza como basurero de desechos espaciales. Por ejemplo, en 2011, tras la precipitación de la estación espacial Mir, la primera en ser habitada por personas de forma permanente, algunos de sus pedazos terminaron allí.
Dado que se trata de un lugar tan lejano y no apto para el desarrollo de la vida, es inaccesible para los seres humanos. De hecho, hay quienes dicen que es posible que los astronautas se acerquen más, pues la distancia del Punto respecto a tierra firme es mayor a la que hay respecto a una estación espacial. Prueba de esto es que la Estación Espacial Internacional se encuentra a alrededor de 400 kilómetros de la Tierra, mientras que las islas más cercanas a Punto Nemo están a más de 1.600 kilómetros.