Mariano Arcioni: El cuento de la lechera

Por Elsa Pemisti

Esopo fabulista griego del S VI a.C, escribió una fábula en la que cuenta la historia de una
lecherita que sacaba cuentas como invertiría las monedas que iba a conseguir con la venta de
la leche. “Ya sé lo que hare, se decía a sí misma, con las monedas que me den por la leche, voy
a comprar una docena de huevos; los llevaré a la granja, mis gallinas los incubaran, y cuando
nazcan los 12 pollitos, los cambiaré por un hermoso lechón. Una vez criado será un hermoso
cerdo. Entonces regresaré al mercado y lo cambiaré por una ternera que cuando crezca me
dará mucha leche a diario que podré vender a cambio de un montón de dinero. Tan
entusiasmada iba que se despistó y no se dio cuenta que había una piedra en el camino.
Tropezó y la pobre niña cayó al suelo y su cántaro se rompió en mil pedazos, y sus sueños se
volatilizaron».

Días pasados en vista de que el ministro de Economía Oscar Antonena, muy preocupado en la
colocación de letras, no le preparaba ni siquiera un mísero cash flow para que el gobernador
tuviese una mínima certeza del devenir económico, un grupo de funcionarios, encabezado
por el activo Fiscal de Estado de la provincia Andrés Giacomone decidieron hacer el trabajo.

Para tal tarea se reunieron el Fiscal , el Ministro de Gobierno José “ Pepe” Grazzini , y el
ministro de Obras Públicas Arquitecto Gustavo Aguilera y el contacto obligado con el Ministro
de Economía que se resistía a dar información financiera, pero que ante los requerimientos
imperativos de Grazzini fue aportando la información básica necesaria.

Luego de un par de días de ingentes esfuerzos llegaron a la siguientes conclusiones:

Si llega la plata comprometida por Nación compuesta por un préstamo de 5000 millones en tres
tramos.

Si además se aprueban por parte de Nación un bono de cincuenta millones de dólares, valor
linked, oficial de 83 pesos por dólar.

Si Legislatura aprueba rápidamente esos montos de deuda tendríamos unos nueve mil millones
de pesos disponibles.

Si usamos ese dinero para pagar al día los meses de octubre, noviembre y diciembre, sin tramos.

Si tenemos en cuenta que la gente ya tiene asumido que tendrá que soportar 2 masas
atrasados y medio aguinaldo.

Si tenemos en cuenta que vamos a ahorrar unos 700 millones mensuales al renegociar la
deuda.

Si además tenemos el compromiso de Nación de que en el presupuesto que viene tienen
contemplados duplicar los ingresos de las provincias.

Si logramos que la gente entienda que por lo menos en un año no habrá ningún aumento
salarial que permita enfriar los egresos.

Si explicamos bien a los empleados que tienen que soportar ese ahorro forzoso de 2 masas
salariales más aguinaldo, que significan unos 13.000 millones llegamos tranquilamente al mes
de enero o febrero del año que viene.

Si todo esto ocurre el gobierno saldrá fortalecido.

Estas cuentas tendrán alguna relación con la fábula de Esopo o se tropezarán como la lechera y
volarán las cuentas y los números por los aires como el cántaro famoso de Esopo.
Es cuestión de tiempo y no mucho tiempo para ver el final de este verdadero calvario que
están sufriendo los chubutenses.

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