Viedma: el viejo anhelo patagónico de Raúl Alfonsín
Reviviendo la vieja propuesta de Raúl Alfonsín, el proyecto de ley de la chubutense Edith Terenzi cuenta con el aval de su gobernador, Ignacio «Nacho» Torres (PRO), y contempla el traslado de la Capital Federal a los núcleos urbanos erigidos y por erigirse en el área de las actuales ciudades de Carmen de Patagones, Viedma y Guardia Mitre . En diálogo con Ámbito, la autora del texto apuntó que «los propósitos planteados por Alfonsín para la mudanza de la Capital todavía están vigentes» y que «es una etapa inconclusa, que quedó en la memoria de todos los patagónicos desde la década 80».
«El proyecto tiene las coincidencias y similitudes del que se aprobó en 1987: una Patagonia poco poblada, con enormes reservas energéticas para proteger; un litoral atlántico importante; la cercanía con las Islas, con la Antártida, que son territorios muy valorados; y una plataforma submarina tan rica, tan extensa y tan difícil de monitorear. Hay un montón de condimentos geopolíticos que tienen el peso para el traslado de la capital y descentralizar el poder político en el país», explicó la senadora a este medio.Al respecto, dijo que el eje es planificar un desarrollo estratégico que mire al interior y que apunta puntualmente a la Patagonia, ya que la región posee un tercio del territorio del país, «que es el que está menos desarrollado y también menos poblado». Señaló, además, que los fundamentos de la mudanza son «demográficos, geopolíticos, de equilibrio de poder, de la conquista interna de un nuevo territorio, de seguridad nacional y descentralización: todos conceptos que la Patagonia tiene todavía pendientes».
Terenzi consideró que si bien parece que nunca es oportuno plantear cuestiones de esta naturaleza, proyectos faraónicos y tan a futuro plazo, «en algún momento los argentinos tenemos que discutir, junto con lo urgente y lo cotidiano, la matriz futura del país que soñamos». «Lo importante es empezar a discutirlo. Por ahí es un proyecto que puede llevar más tiempo; se plantea entre 10 y 12 años para su concreción, por lo tanto también toca distintos mandatos. Eso también está bueno: es empezar a discutirlo a partir de ahora, para que en una línea de tiempo importante lo podamos planificando», completó.
Paralelamente, destacó el rol que tuvieron las provincias patagónicas en lo que va de la gestión libertaria y recordó los cruces que los gobernadores mantuvieron con la Casa Rosada a principios del año, secuencia que decantó en la conformación de una liga de seis mandatarios sureños. «Es un momento propicio, en el que los patagónicos estamos unidos y perseguimos objetivos comunes, que tienen que ver con el desarrollo de la región», cerró.
Paraná, la propuesta alternativa
Casi en espejo, el entrerriano Edgardo Kueider presentó un proyecto de ley en el que propone mudar la Capital Federal a la ciudad de Paraná. En sus fundamentos, se remarca que la iniciativa busca «promover el federalismo y desconcentrar la influencia política y económica de Buenos Aires».
Kueider manifestó que la «concentración excesiva de población en el Área Metropolitana de Buenos Aires ha generado una serie de problemas como la sobrecarga de servicios públicos, el aumento de la desigualdad social y la vulnerabilidad ante crisis». «El traslado de la capital y de gran parte de las actividades gubernamentales y administrativas reduciría la presión demográfica sobre el AMBA permitiendo una mejor distribución de la población en el territorio nacional», puntualizó.
El documento detalló que el proceso sería en etapas y comenzaría por la Presidencia de la Nación y los principales organismos públicos. Tendría un plazo de tres años desde la promulgación de la ley y, durante ese tiempo, coexistirían las jurisdicciones federal y local en Paraná, manteniéndose las competencias provinciales en los temas no relacionados con el cambio de sede.
Su autor apuntó que «muchos países han emprendido procesos de descentralización y reubicación de capitales con muy buenos resultados». Entre los ejemplos, mencionó el traslado de la capital de Río de Janeiro a Brasilia, que «logró atraer inversiones y población a una región antes poco desarrollada».
También la mudanza de la capital de Almaty a Astana en Kazajistán. «un proceso más reciente y radical». «La nueva capital fue diseñada desde cero para convertirse en un centro financiero y político moderno. Este proyecto ha sido exitoso en términos de atraer inversión extranjera y modernizar la imagen del país», explicó.
«Es una propuesta que merece ser considerada y debatida seriamente. Es una oportunidad histórica para construir un país más justo, equitativo y federal, donde todas las regiones tengan las mismas oportunidades de desarrollo», concluyó Kueider en el proyecto.
Ambas propuestas ya fueron presentadas ante el Senado, por lo que ahora serán giradas a comisiones, donde comenzará a debatirse su futuro. Si bien todavía no hay convocatoria, en el bloque son optimistas. «Estamos haciendo fuerza cada uno por lo suyo, pero el objetivo que tenemos es similar», señalaron sus autores.
Respaldo al traslado de la Capital Federal
La idea de relocalizar la Capital Federal no sería vista con malos ojos por casi la mitad de los argentinos. Según una encuesta de la consultora Zuban Córdoba realizada sobre un universo de 1.900 casos, un 45,3% está de acuerdo con el traslado, mientras que, por el contrario, un 32,5% se opone. El 22,5% restante no tiene opinión al respecto.
Los datos recabados por la consultora indican que Viedma es la ciudad que encabeza las preferencias, con un 26,7%. La siguen: Córdoba, 20,4%; Tucumán, 6,4%; y Rosario, 4,4%. Paralelamente, entre quienes eligieron otras opciones, La Pampa encabeza el listado con el 23,7%, escoltada por Santiago del Estero (12,5%); Buenos Aires (5,2%); y Bahía Blanca (4,5%). Un 5,5%, además, planteó crear una nueva ciudad.