Milei, en la ONU, dijo que la agenda ecológica es un ataque socialista a nuestra soberanía

En su primera participación en la cumbre de la ONU en Nueva York, el presidente de Argentina consideró que la Agenda 2030, aunque es bien intencionada en sus metas, «no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional de corte socialista que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía del Estado nación”. Y señaló que esa agenda “violenta el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de las personas”.
Luego de presentarse como “economista liberal libertario” y no como «político», Milei acusó a la ONU de estar integrada por “burócratas internacionales” que, en lugar de “perseguir la paz”, buscan “imponer una agenda ideológica a sus miembros”.
“Se transformó en un Leviatán de múltiples tentáculos que pretende decidir no sólo qué debe hacer cada Estado Nación sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo”, expresó el Mandatario.
El presidente sostuvo que el “colectivismo y el postureo moral de la agenda 2030 se han chocado con la realidad y ya no tiene soluciones creíbles para los problemas del mundo, y de hecho nunca las tuvieron”, y finalizó afirmando que “Argentina va a abandonar la posición de neutralidad histórica”, agregando que esa organización perdió “credibilidad ante los ciudadanos del mundo libre”.

Consecuencias

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un plan de acción global que busca mejorar la vida de las personas, proteger el planeta y fomentar la prosperidad. Fue establecida en el año 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Y consta de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), diseñados para abordar desafíos globales interconectados.
La Agenda 2030 es un llamado universal a la acción para construir un futuro más sostenible y justo para todos.
Entre las consecuencias de abandonar esta agenda 2030 se puede mencionar el retroceso en el Desarrollo Sostenible, ya que se desestimarían los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan áreas como la erradicación de la pobreza, la lucha contra el hambre, la igualdad de género, y la acción climática. Abandonar estos objetivos podría significar un retroceso en los avances logrados en estas áreas, afectando negativamente el bienestar de las poblaciones más vulnerables.
Tendría un impacto económico y social, ya que la implementación de los ODS está diseñada para promover un crecimiento económico inclusivo y sostenible. Abandonar la agenda podría resultar en un aumento de las desigualdades económicas y sociales, y en una menor resiliencia frente a crisis globales como la pandemia de COVID-19.
El tan mentado aislamiento internacional, debido a que la Agenda 2030 es un compromiso global adoptado por 193 países. Abandonarla podría llevar a un aislamiento en la comunidad internacional y a una pérdida de credibilidad y confianza en el país que decide desvincularse.
Enfrentar desafíos ambientales, porque se abandonaría asimismo las metas para combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente, lo que podría agravar problemas ambientales como la contaminación, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.
Y por último, la pérdida de oportunidades de financiación, ya que muchos programas de financiación y cooperación internacional están alineados con los ODS.
En resumen, abandonar la Agenda 2030 podría tener consecuencias negativas en múltiples frentes, desde el desarrollo económico y social hasta la cooperación internacional y la protección ambiental.

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