El delito informático explotó con la pandemia y con el crecimiento de las interacciones digitales. Durante este viernes, la policía de Puerto Madryn recibió dos denuncias nuevas. Una persona hackeó la cuenta de WhatsApp de una mujer y comenzó a mensajear a sus contactos para conseguir dinero.

En este caso, las víctimas del engaño fueron dos amigas, Erika y Paola. Este nuevo formato de phishing busca mandar la mayor cantidad de mensajes en el menor tiempo posible y encontrar aquella persona dispuesta a confiar.

En ambos casos la metodología fue la misma, las dos víctimas recibieron un mensaje por WhatsApp de su “amiga” quien les solicitaba dinero para pagar el alquiler y que lo devolvería en los próximos días.

Las denunciantes accedieron y transfirieron. Erika envió $67.700, mientras que Paola prestó $32.300.

Luego de realizar la transferencia descubrieron que la cuenta bancaria de destino era de otra persona. Intentaron dialogar por teléfono pero no atendía, tampoco respondía los mensajes.

Tras esto, en un grupo de WhatsApp que comparten comenzaron a dialogar entre ellas y allí se dieron cuenta que habían sido víctimas de una estafa por lo que realizaron la denuncia correspondiente.