El gobierno de Lula da Silva se mantiene en alerta, dado que este miércoles se esperan nuevas protestas en las calles por parte de partidarios bolsonaristas. En las últimas horas, la Justicia de Brasil ordenó bloqueo de cuentas bancarias del expresidente Jair Bolsonaro como así también la detención de funcionarios por los incidentes del domingo pasado.

Lula asumió apenas hace 11 días y otra vez la tensión tiñe el ambiente en Brasilia y otros puntos del vecino país. De este modo, el gobierno brasileño reforzó las medidas de seguridad en todo el país, mientras aparecían volantes en las redes sociales a favor de Bolsonaro llamando a manifestaciones masivas en ciudades brasileñas para «retomar el poder».

Refuerzan la seguridad

«Tenemos medidas para este miércoles para reforzar la seguridad en todo el país desde que circularon panfletos de nuevas manifestaciones», dijo a última hora del martes el jefe de gabinete de Lula, Rui Costa, tras una reunión de gabinete.

Ante la amenaza de nuevas protestas, el Procurador General del Gobierno pidió al Supremo Tribunal Federal que prohíba los bloqueos de carreteras en todo Brasil y la invasión de edificios públicos.

Su oficina también pidió una prohibición temporal de las manifestaciones y multas para las empresas que financien la logística de las protestas antidemocráticas.

Este martes, la Justicia avanzó en dos aspectos: por un lado, bloqueó y embargó las cuentas bancarias de Bolsonaro y otros funcionarios, por compensación de los destrozos generados el domingo tanto en el Congreso como el Palacio de Gobierno y el Palacio del Supremo Tribunal Federal.

Por el otro, se emitieron órdenes de arresto contra funcionarios responsables de la seguridad pública en Brasilia por permitir una insurrección. El juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, emitió el martes una orden de arresto contra el exministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres, quien se convirtió en el jefe de seguridad pública de Brasilia después de que Lula asumió el cargo el 1 de enero.

Torres fue despedido por su incapacidad para detener las protestas del domingo y la orden de arresto citaba connivencia con los manifestantes, que marcharon hacia el centro de la capital sin obstáculos y, de hecho, escoltados por coches de la policía.

Torres no se encontraba en la ciudad durante los disturbios, ya que había volado a Florida a principios de mes. El martes dijo en Twitter que regresaría a Brasil desde Orlando, donde estaba de vacaciones con su familia, y se entregaría a la justicia.

El juez Moraes también solicitó la detención de Fabio Augusto Vieira, jefe de la policía militar de Brasilia, uno de los responsables de la protección de los principales edificios gubernamentales de Brasilia.

El martes, los fiscales del Tribunal de Cuentas de la Unión pidieron a la corte que bloquee los bienes de Bolsonaro y Torres, así como los del exgobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, quien fue destituido por el juez Moraes por no detener los disturbios del domingo en la capital.