Desesperado pedido de matrimonio que vive en la puerta del Hospital de Comodoro
Gustavo Corrales y su esposa atraviesan un presente difícil: llegaron a Comodoro Rivadavia desde Buenos Aires en busca de trabajo, pero las oportunidades que les ofrecieron no eran reales.
Ahora, terminaron sin dinero ni siquiera para comer, durmiendo en un banco de mármol sobre la entrada del Hospital Regional. Piden trabajo y ayuda para al menos tener dónde dormir.
En diálogo con División Noticias, Corrales contó que «vine confiado por un tema de trabajo y acá estamos, no tenemos dónde estar; vinimos de camión en camión, porque plata no teníamos, desde Buenos Aires hasta Córdoba, desde allí hasta Río Colorado y luego hasta Comodoro; costó porque la gente no te lleva» y pidió «si el Estado de Comodoro me puede dar una mano con trabajo: soy herrero, fui vigilador, hoy no tenemos nada».
«Hace dos semanas que estamos en la puerta del Hospital, para descansar nos ponemos dentro de la bolsa de dormir sobre un banquito. Lo único que pido es que me den una mano, aunque sea para cortar el césped o limpiar un jardín. La verdad es que hace cuatro meses, incluso el año pasado y el anteaño pasado, la pandemia nos dejó un poco de esta manera. Cuesta y duele, nunca estuvimos así ni mi mujer ni yo, tengo 50 años», manifestó Corrales.
«Ella me da fuerzas, nos empujamos mutuamente», sostuvo en relación a su esposa, advirtiendo que «no tenemos ropa ni calzado, alguno que quiera darme un talle 42 o 36 para mi esposa y algún abrigo, esto estamos comiendo», sostuvo mientras señalaba un termo de mate. «Nadie nos ofrece un plato caliente», lamentó, concluyendo que «la única persona que nos da comida es una señora que trabaja en un restaurante enfrente (del Hospital), cuando se van los clientes ellos nos dan un tupper con la comida que quedó, en su momento le pedí y me dijo que no había problema y eso lo tengo que agradecer».