En las últimas horas se conoció un hecho que roza lo escandaloso, en el que la jueza Mariel Suárez y el detenido Cristian «Mai» Bustos, se besaban en una sala del Instituto Penitenciario Provincial. La protagonistas de esta «historia de amor», cuenta con antecedentes más que polémicos, ya que en el año 2013 el Consejo de la Magistratura la había destituido, pero cuatro jueces civiles decidieron regresarla a su cargo. La magistrada había sido acusada por el entonces intendente Néstor Di Pierro de «liberar presos por teléfono», al tiempo que el Consejo de la Magistratura decidió por mayoría que el desempeño de la jueza había resultado insatisfactorio.
Además, Suárez se había mostrado abierta e insistentemente a favor de la paridad de género en el Superior Tribunal de Justicia: «Nosotras hemos tenido que demostrar nuestra capacidad a lo largo de estos años rindiendo concursos, preparándonos psicológicamente, capacitándonos y lo hemos probado, de hecho, somos más del 50 por ciento de mujeres en el resto de la Justicia».

Despiadado

Por su parte, «Mai» Bustos había sido condenado a 20 años de prisión por el asesinato de su bebé de apenas nueve meses. Cristian Omar Bustos había sido declarado penalmente responsable de homicidio calificado por el vínculo y condenado a prisión perpetua por la Cámara del Crimen de Esquel en 2007. Luego permaneció prófugo varios años hasta que fue capturado en Chile y luego extraditado y llegó a Chubut para afrontar dos procesos penales en su contra. Luego, hace apenas unas semanas, el asesino chubutense fue condenado a cadena perpetua por el homicidio del policía Leandro “Tito” Roberts ocurrido el 8 de marzo del año 2009 en Corcovado. En este último juicio fue en el que participó la jueza Mariel Suárez, quien votó en disidencia pidiendo una pena menor.