LA ´OBEDIENCIA DEBIDA´ DE ARCIONI ANTE LOS RETOS DE NACIÓN Y DE LA JUSTICIA PROVINCIAL POR LOS EXCESOS POLICIALES Y POLÍTICOS. LA BAJADA DE PERFIL DE MASSONI Y EL REARMADO EN PUERTA CON SOTOMAYOR. LA PRÓXIMA ESTRATEGIA MARCIAL APUNTA A PENSAR LA SALIDA DE LA CUARENTENA DE LA GENTE Y OTRA VEZ EL CONFINAMIENTO DEL GOBIERNO, QUE NO ENCUENTRA SALIDA A LA CRISIS

El primer ´vacunado´

Por Juana de Arco*

El peligroso brote autoritario que escaló en Chubut por unas semanas, finalmente fue reprimido por el estado de derecho. Y quedó demostrado que desde la cuarentena, la Justicia no está ni tan ciega ni tan muda. La denuncia presentada por la secretaría de Derechos Humanos de la Nación contra el accionar de la policía provincial por órdenes de un superministro en camiseta y hasta portando arma a la cintura, derivó en un recule político. Donde el gobernador tomó la decisión de derogar todas las medidas de Massoni y ponerse en línea con las disposiciones nacionales.
Arcioni es novato en muchas cosas, pero no toma riesgos desmedidos. Rodeado por la impopularidad que le sumaba el accionar desenfrenado de Seguridad con más de “5 mil detenciones y 700 automóviles secuestrados”, las críticas de la oposición aliancista y del peronismo que lo mira de reojo por la avanzada sobre la sociedad civil, y acorralado por la Justicia que debía expedirse sobre el hábeas corpus preventivo y colectivo que recibió el viernes pasado, “por los graves hechos que se vienen denunciando a partir de la aplicación del Decreto N° 297/2020 por parte de las fuerzas de seguridad de la provincia, avaladas expresa o tácitamente por las autoridades políticas”, al escribano no le quedó otra que ´cuadrarse´ y obedecer a Nación. Muchos especularon que se trató del ´primer vacunado´ político. Sin embargo el fusible de Massoni es casi lo de menos. Lo más peligroso de todo es el estilo autocrático de la gestión arcionista, donde los ensayos de excepcionalidades están a la orden del día.

La permanente mirada castrense

A Arcioni hasta ahora le sirvió sobremanera el abuso que hizo Massoni del “uso táctico consentido del control de la libertad general” en pos de una emergencia sanitaria, que más menos vienen aplicando casi todos los gobiernos provinciales, aunque con mano de seda. Con esas desmesuras y en el marco de una buena estadística, con cero contagios por un tiempo, entretuvo en el arranque de la cuarentena a una ciudadanía desesperanzada con la gestión, que apenas arrastraba dos meses y parecía toda una vida. Pero una vez perdido el ´invicto´, sanitario, el falso triunfalismo ministerial se vio apabullado con reclamos públicos por los excesos fachos. No sólo se trató de los pedidos de detenciones injustificados por la mera circulación pública, sino que a la par, se jactó de ruidosas excepciones realizadas a ´importantes´ y famosos. Un contraste demasiado marcial para los tiempos que corren. En los juegos tácticos eso evidencia la necesidad de un cambio de estrategia y de jugadores, y en eso están ahora.

Soldado que baja perfil…

Arcioni sabe perfectamente que el perfil de Massoni es de ´fuerza de choque´, y que culminada ´la tarea´ es mejor retirar el soldado a tiempo, y que sirva para otra guerra. Así lo hizo cuando le asignó desde el ministerio Coordinador, el control de los empleados públicos que, no resignados a cobrar escalonadamente y sin previsión hacían uso de su derecho a huelga y a manifestarse. Allí fue tal el nivel de provocación que ejerció Massoni que terminó en un día de furia, con la Casa de Gobierno casi tomada y la Legislatura en llamas. Fue el momento de la retirada que le impuso Arcioni para “pacificar” el 6 de noviembre pasado. Pero inmediatamente recaló en un cargo en el directorio de Hidroeléctrica Ameghino S.A. como uno de los dos representantes del gobierno provincial (Ver http://www.hidroameghino.com.ar/quienes )
Tal como lo aclara el diario Ámbito Financiero “Massoni es uno de los tres hombres de confianza del gobernador junto a Diego Martínez Zapata y Rafael Cambareri. Y pese a que Arcioni el año pasado decidió pedirle la renuncia como jefe de Gabinete, volvió a convocarlo para un cargo soñado. Claro, las cosas cambiaron. Y pese a que el gobernador aún no le exigió la renuncia ya marcó la cancha con Félix Sotomayor, también con formación militar, como subsecretario de Seguridad”.

Jinetas conocidas

Para los que pisamos el territorio y hace rato que ´al rengo lo vemos venir´, está claro que viene un juego de relevos y bajada de perfil del joven superministro, pero siempre pensando en ´otra guerra´. De hecho, “Pirincho” Sotomayor es otro lugarteniente afecto a las películas de espías, que fue policía durante la última dictadura militar pero incluso se muestra en la práctica política un poco más sosegado que Massoni, que se entusiasmó demasiado con John Wick.
Sotomayor se fue del gobierno hace poquito, el 3 de febrero pasado después de un encontronazo fuerte con el ´Rafa´ Cambareri que dicen terminó en escena pugilística en la propia Residencia Oficial. Hasta ahí era la primera espada de la gestión y uno de los artífices del desplazamiento dos años antes del último ministro Coordinador de Das Neves, el ´subcomandante´ Jerónimo García.
Sotomayor tiene experiencia legislativa, ya que dejó de ser diputado en diciembre de 2015 cuando era vicepresidente primero de la Legislatura de Chubut, y fue un ´buen soldado´ de Arcioni, quien le reservó un lugar más que relevante en el Gabinete desde ´el vamos´. “Pirincho” es además un histórico del peronismo comodorense, estuvo siempre encolumnado con el fallecido exsenador Marcelo Guinle –fue su asesor en el Senado hasta 2011- y también fue responsable de la Administración Portuaria de la ciudad petrolera durante varios años, desde donde labró vínculos selectos con las fuerzas productivas del sur provincial. Sin embargo, los enroques que ahora se avecinarían en Seguridad, no aseguran menos control sino por el contrario, tal vez más sutiles.

La vigencia de la tentación autoritaria

Probablemente el rearme gubernamental tenga que ver con los riesgos que le representa la inminente apertura, -aunque paulatina y con reaseguros sociales- del claustro social que implica la cuarentena en una Provincia quebrada. Donde las protestas post-pandemia podrían ser en manos de Massoni, una verdadera batalla campal. Ese sería el escenario donde comenzará a batallar el nuevo subsecretario. En la previsión de la apertura de la salida de la gente a la calle, que significará lisa y llanamente el regreso al confinamiento de Arcioni y un gobierno que nunca pudo asomarse demasiado en público. En ese marco llegarán otros cercenamientos, retomando otra vez el achique del Estado y nuevas disposiciones que faciliten la flexibilización. El escenario deja servida una mesa donde la ausencia sindical, política y de los demás poderes del Estado quedó hasta justificada por la emergencia sanitaria, y dio paso a los excesos. Incluso los de gobernar por DNU que ni siquiera llegaron a tener tratamiento legislativo, y nadie dice nada. Porque como dice la filósofa Carolin Emcke: “La pandemia es una tentación autoritaria que invita a la represión”. Una oportunidad para aumentar la vigilancia totalitaria basada en datos digitales, en aumentar la regresión nacionalista y la autocracia. O incluso “el cálculo darwinista que le pone precio a la pérdida de los cuerpos más viejos, más débiles, menos entrenados. Va a resultar decisivo poder demostrar que las sociedades que menos dañadas salen de la crisis sean aquellas que cuentan con un sistema de salud pública, aquellas cuyas infraestructuras sociales no han sido privatizadas y erosionadas por completo, poder probar que serán la solidaridad y el cuidado mutuo los que triunfen sobre el virus y no la privación de la libertad y el estado de excepción…” En fin, tiemblen los que mandan, que la libertad está cerca. Como decía Edmund Burke, “El pueblo no renuncia nunca a sus libertades sino bajo el engaño de una ilusión”.

*Soy Juana de Arco,…y ceniza de tantos

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