Guardavidas en conflicto: el Código Violeta como modelo frente a la violencia

Un lamentable incidente ocurrido en Playa Unión, Rawson, ha puesto en evidencia las condiciones laborales y de seguridad de los guardavidas en la ciudad capital de Chubut. Adrián Escalante, secretario general del Sindicato Único de Guardavidas y Afines de la República Argentina (SUGARA) en Puerto Madryn, ofreció una conferencia de prensa en la que repudió los hechos de violencia viralizados recientemente y denunció la falta de garantías laborales para los trabajadores del sector en esa localidad.

Escalante expresó su consternación por los hechos ocurridos: “Realmente repudiamos todas las situaciones de violencia que se ejercen. Nuestra tarea no es otra que salvar, prevenir y cuidar a los bañistas”. Este episodio, que captó la atención nacional, dejó al descubierto fallas en el cuerpo de guardavidas de Rawson.

El dirigente sindical aclaró que los guardavidas implicados no están afiliados a SUGARA y que fueron formados en otras instituciones.

El Código Violeta: una herramienta de protección y profesionalismo

El dirigente sindical destacó el protocolo denominado Código Violeta, implementado en Puerto Madryn, como un ejemplo de profesionalización. Este protocolo busca prevenir y actuar ante episodios de violencia verbal o física hacia los guardavidas. “Cuando se activa el Código Violeta, acuden los jefes de sector y, de ser necesario, se da aviso a las fuerzas de seguridad. Esto habla del profesionalismo y la capacitación con la que trabajamos”, explicó Escalante.

Además, subrayó que en Playa Unión no existe una estructura similar, ya que los jefes de guardavidas cambian cada temporada, lo que dificulta la continuidad y mejora de las condiciones laborales.

Escalante instó al gobernador de Chubut a intervenir no solo en el despido de los guardavidas implicados en el incidente, sino también en la regularización del operativo de seguridad en Rawson. “Le pedimos al Gobernador que asuma responsabilidad por la situación actual, que no haya una caza de brujas y que se garantice el cumplimiento de los derechos laborales”, enfatizó.

Finalmente, remarcó que la violencia laboral y la precarización no son problemas nuevos en Playa Unión, sino el resultado de años de desidia y falta de voluntad política. “En Puerto Madryn, hace más de 20 años que trabajamos en conjunto con las autoridades y el sindicato para garantizar las mejores condiciones. ¿Por qué no se puede hacer lo mismo en Rawson?”, cuestionó.

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