Por Karina Cecuk

A pesar de la incógnita sobre cómo se definirá el damero en las filas de Juntos por el Cambio, está claro que Javier Milei necesitará acuerdos ante la próxima conformación del Congreso.

Tras la alianza con Mauricio Macri previo al balotaje, las piezas se fueron acomodando, exhibiendo una clara diferenciación entre el PRO y el Radicalismo. Aún así, Juntos por el Cambio, ostenta un alto índice de representatividad en el próxima conformación del Congreso, y es allí donde están puestas las miradas respecto de las alianzas que pueda construir el presidente electo.

La Cámara baja está compuesta por 257 diputados y en estos comicios se renovaron 130 bancas, de las cuales La Libertad Avanza consiguió 35, a los que se le añaden las tres que ya tenían. Sin embargo, resta conocer cuál será la decisión final aquellos que habían anunciado su ruptura del bloque libertario por la alianza con Mauricio Macri.

Con los resultados en la mano, Unión por la Patria contaría con 109 legisladores en la Cámara Baja, Juntos por el Cambio (UCR y otros) 49, Juntos por el Cambio (PRO) 43, La Libertad Avanza 38, Partidos Provinciales 13 y el Frente de Izquierda 5.

En ningún caso habría mayoría automática en la Cámara de Diputados, se necesitará consenso entre más de dos fuerzas política para lograr imponer legislación.

En el Senado, el panorama es un tanto más complejo para el electo presidente, porque aún con el apoyo del PRO y algunos aliados de las provincias, La Libertad Avanza no podrá alcanzar el quórum sin el apoyo de la Unión Cívica Radical. He aquí que en la Cámara Alta primará sin dudas los intereses de las provincias más allá de los partidarios.

En este caso Unión por la Patria se alza con 33 senadores, Juntos por el Cambio (UCR y otros) 16, Juntos por el Cambio (PRO) 8, Partidos Provinciales 8, y La Libertad Avanza 7.

Con este nuevo escenario y ante las propuestas que ha planteado Milei durante la campaña, los gobernadores serán los verdaderos protagonistas a la hora de negociar.

A diferencia de la Cámara Baja donde el cinturón central del país supera ampliamente en número a las provincias de la Patagonia, en el Senado se negocia en igualdad de condiciones, por ello la propuesta de avanzar en un bloque patagónico, resultará en una alianza estratégica para la región de cara al futuro.

Patagonia cuenta con recursos invaluables para el país, particularmente en un contexto donde la energía resulta un bien estratégico para el desarrollo. Más aún, si las provincias patagónicas tejen alianzas con el noroeste, donde se consolida la producción de litio, el peso específico de las provincias, podría tener resultados muy valiosos para todos los involucrados. Una vez más, estará en manos de los gobernadores y los legisladores nacionales, la decisión de defender los intereses de sus provincias por encima de los partidarios.