NO DEJAN PASAR A LOS INVESTIGADORES AL PUESTO EN PENÍNSULA VALDÉS

El ICB denuncia que cortaron el paso al “Campamento 39”

El “Campamento 39” es un puesto de investigación de ballenas francas en Península Valdés que utiliza desde hace años el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB). Al mismo se accede a través de un camino privado, por el cual transitaban los científicos con permiso del dueño del terreno. Pero, desde el año pasado, según han denunciado las autoridades del ICB, los propietarios de la Estancia La Anita denegaron este permiso.

Más de 50 años

En 1971, el doctor Roger Payne, quien por entonces trabajaba para la New York Zoological Society que actualmente es la Wildlife Conservation Society, inició los estudios de la población de ballenas francas australes que utilizan como área de cría las costas del Área Natural Protegida Península Valdés en Argentina. Buscando un sitio para estudiarlas desde los acantilados, Payne localizó una playa en el Golfo San José frente a la cual se congregaban muchas ballenas.
Gracias a diversas gestiones y apoyos, en 1973 Payne logró construir una casa que se destinó desde entonces a la investigación científica principalmente para los estudios de largo plazo sobre las ballenas francas. La casa se encuentra en una bahía ubicada en el Lote 39A perteneciente a la Armada Argentina, al cual siempre se accedió con permiso de paso a través del Establecimiento La Anita. Debido a que antes de la construcción de la casa, los investigadores acamparon en ese lugar, la estación de investigación es conocida como “Campamento 39”. Allí han trabajado y se han formado numerosos investigadores argentinos y de otros países para estudiar esta población de ballenas.
Desde la bahía del “Campamento 39” se han realizado importantes hallazgos, entre ellos que las ballenas francas australes pueden identificarse a partir de su patrón de callosidades. Esto representó en 1971, el inicio del Programa de investigación Ballena Franca Austral que desde 1996 el Instituto de Conservación de Ballenas lleva adelante con el apoyo de una gran cantidad de organismos de gobierno, fundaciones, instituciones académicas y colaboradores de la comunidad local.
Todas las actividades que el ICB desarrolla en el sitio se realizan en el marco del Programa de Investigación Ballena Franca Austral y otros proyectos colaborativos y cuentan con las autorizaciones correspondientes otorgadas por la Armada Argentina, avales académicos y permisos otorgados por las autoridades provinciales.
En más de cinco décadas de trabajo científico continuo desde el “Campamento 39”, investigadores argentinos llevaron adelante estudios fundacionales para el conocimiento de la especie, muchos de ellos de manera colaborativa con científicos de diversas instituciones. También allí se formaron estudiantes de biología que se iniciaron como asistentes de campo y hoy son investigadores ya doctorados, que además desarrollan sus carreras como profesores e investigadores en prestigiosas instituciones académicas tales como universidades nacionales y el CONICET, dándole carácter federal a las actividades científicas realizadas en el sitio.
Al avanzar los estudios de la especie, el equipo científico del ICB pasó de generar conocimiento básico sobre la biología de las ballenas, a entender cuáles son sus preferencias de hábitat y a comprender las amenazas que enfrentan en un océano cambiante por acción humana. Los resultados de las investigaciones son un insumo fundamental para la toma de decisiones en temas vinculados al manejo, la conservación y el turismo responsable desarrollado en Península Valdés. Asimismo, el conocimiento generado es referencia mundial y empleado para otras poblaciones de ballenas francas que se encuentran en estado crítico, como la población del Atlántico Norte.

Peor que la pandemia

En medio siglo, los estudios realizados en el sitio fueron interrumpidos solamente en 2020 por las restricciones sanitarias de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, en los últimos años fueron sumándose otras restricciones por parte del colindante Establecimiento La Anita para poder acceder al Lote 39A, donde se encuentra la estación de investigación.
Dada la ubicación costera del Lote 39A, el mismo no tiene camino de acceso propio desde la ruta provincial, por lo cual su ingreso se realizaba a través del mencionado establecimiento.
Al respecto, Diego Taboada, presidente del Instituto de Conservación de Ballenas, señaló que históricamente esto no fue un problema ya que siempre el paso se realizó con la autorización correspondiente y en el marco de actividades de investigación. “Sin embargo, en años recientes se fueron sumando restricciones al paso que llegaron al límite cuando en 2022 se prohibió el acceso de los investigadores. Por lo tanto, el acceso al mar y al Lote 39A quedó bloqueado, decisión que impidió la realización de los estudios anuales en el lugar. Esta situación fue debidamente informada a las autoridades correspondientes de la Armada Argentina, que tampoco fueron autorizadas a pasar”.
Por otra parte, destacó que, como consta en la Agencia de Administración de Bienes del Estado, el Lote 39A es propiedad del Estado Nacional y se encuentra bajo jurisdicción de la Armada Argentina. Conforme a esto, durante décadas, la Armada Argentina ha generado distintos acuerdos y permisos de uso con el objetivo de mantenerlo como sitio destinado a las actividades científicas.
Además, denunció que recientemente el Lote 39A ha sufrido daños, incluyendo en la estación de investigación que allí se encuentra. “Estas acciones dañan el patrimonio público de todos los argentinos, ponen en riesgo a la investigación científica y perjudican la conservación en un área que es Patrimonio de la Humanidad como Península Valdés”, añadió.

Agradecimientos

A su vez, desde el ICB destacaron que, ante esta compleja situación, otros propietarios de Península Valdés hicieron manifiesto su compromiso para que la investigación con ballenas en el área pueda continuar. “En especial, destacamos el rol fundamental que ha tenido y tiene la Familia Ferro, propietaria de la Estancia La Adela, que como vecinos del Lote 39A han facilitado un nuevo ingreso para que las actividades científicas puedan continuar en el Campamento 39”, señalaron a través de un comunicado desde la institución científica.
“Durante muchos años, la Familia Ferro nos ha brindado su apoyo, que se continúa en el presente, siguiendo el ejemplo de Emilio Ferro y Susana Cereijo. Desde los inicios del programa de investigación, nos han facilitado las instalaciones de la Estancia La Adela para realizar relevamientos aéreos, acceder a las playas para realizar observaciones de comportamiento y necropsias de ballenas varadas, y también han albergado científicos. Por ello, hacemos público nuestro reconocimiento y nuestro sincero agradecimiento a la Familia Ferro por este valioso y ejemplar apoyo”, añadieron.
“También destacamos y agradecemos las actuaciones realizadas por las autoridades de la Armada Argentina, en especial a los responsables del Apostadero Naval de Puerto Madryn, quienes están llevando adelante las acciones correspondientes frente a los hechos que atentan contra el lugar. Además, brindan apoyo logístico al Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral y otras actividades de investigación y conservación desarrolladas en las costas de Península Valdés”, continúa el comunicado.
Finalmente, expresaron: “Es nuestro deseo que el actual conflicto se resuelva a través del diálogo y sobre todo que se valore el lugar destinado por décadas a la investigación y conservación. Muy pronto llegarán las primeras ballenas y esperamos ansiosamente retomar el trabajo de un modo positivo y constructivo como lo hemos desarrollado siempre. Cada año esperamos este ansiado momento para observar las ballenas, aprender de ellas, y protegerlas como Patrimonio Natural de la Humanidad”. (Fuente: ICB)

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