El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, fue el foco de críticas de esta semana. Tras aprobarse la reforma jubilatoria, que permite acceder al retiro efectivo a personas de 55 años en adelante, al mandatario provincial se le agrega una denuncia por haber dejado ingresar al Estado a casi 5.000 nuevos empleados en los últimos dos años.

La denuncia fue encabezada por el diputado Nacional fueguino, Federico Frigerio. El legislador hizo un reclamo público por el «crecimiento desmedido» de la planta del Gobierno, gracias a los datos que surgen de la declaración jurada presentada por Tierra del Fuego ante el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal.

Según datos difundidos por el legislador de Juntos por el Cambio, entre 2019 y 2021 fueron 4.884 personas las que ingresaron a planta del Estado provincial. La información corresponde a documentos elaborados por la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales (DNAP) y el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal (CFRF).

“Tierra del Fuego es hoy la provincia récord en cantidad de empleados públicos, con la asombrosa suma de 149 empleados públicos provinciales cada mil habitantes”, dijo el diputado nacional.

Frigerio afirma que, estos 4884 empleados, “representan para la provincia más 7.500 millones de pesos anuales”, y aseguró que con esos fondos se podrían realizar obras necesarias para la provincia, como “renovar toda la infraestructura escolar, entre otras”.

De acuerdo a los datos revelados por el legislador, entre 2019 y 2021 la provincia de Tierra del Fuego registró un incremento del empleo público del 22,7 por ciento -a razón de 7 empleados públicos por día, en los primeros dos años-, mientras que, en La Rioja, segunda en esta materia, reportó un 8% de crecimiento de empleados en planta.

La conclusión a la que arriba Frigerio tras analizar los datos que expuso públicamente, la mayoría de los trabajadores que ingresaron a planta desde el inicio del mandato de Melella son “empleados públicos militantes”.