Cierren el micrófono!

La jornada legislativa comenzó agitada porque hasta último momento no se sabía si los empleados accederían a trabajar cuando se les adeudan tres meses de sueldo. Hubo acuerdo y la sesión comenzó, pero había una condición, rápido tratamiento del único tema para el que se había convocado. Fue por ello que, promediaba la oratoria del diputado Carlos Gómez, el taquígrafo se levantó y salió del recinto. Mientras las autoridades legislativas negociaban con el gremio de APEL, el legislador que se quedó con la palabra en la boca, atinó a pronunciar un descalificativo sobre el dirigente gremial de los legislativos, pero no había reparado que su micrófono estaba habilitado. Velozmente alguien reaccionó en auxilio del diputado.

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