UNO DE LOS DOS LIBERADOS CONTÓ QUE LLEVARON UN MUEBLE A PLAYA PARANÁ, PERO NO SABÍA QUÉ CONTENÍA

Doble Crimen: Creían que trasladaban droga, pero era el cuerpo de una de las víctimas

Nuevas revelaciones dan cuenta del complejo entramado que rodea los homicidios de Héctor “Pato” López y Federico Lomeña, ocurridos en diciembre pasado en el marco de una presunta trama narco, advertida por los fiscales que inicialmente tomaron la causa.
Según el fallo más reciente emitido por el Juzgado Federal 2, a cargo de Gustavo Lleral, varios de los integrantes de la banda dedicada al narcomenudeo, hoy detenidos, formaron parte de la comitiva encargada de enterrar un cargamento de droga en Playa Paraná.
Uno de los dos liberados en la causa, a instancias de la Cámara Penal de Comodoro Rivadavia, relató que “el día 8 de diciembre, recibió un mensaje de (Nicolás) Cerrudo, en el que le decía ‘necesito que me hagas un favor, si me hacés el favor te doy churro’, que fueron en su auto que es un Renault Clio a la casa de la abuela de Nicolás y allí él bajó y Cerrudo le dijo que el favor consistía en enterrar droga porque de lo contrario lo iban a matar”.
También, de los pasajes de la resolución del auto de procesamiento se desprende que a Cerrudo le habrían robado unos cuatro kilos de marihuana y que se encontraba bajo presión por dicho motivo, así como también el hecho de que el joven de 20 años, que aparecería ahorcado en la vivienda de la calle Hansen donde vivía con su familia, había amenazado a varios de los que formaban parte de la banda para que lo ayudaran a enterrar una caja con droga, que en realidad tenía en su interior el cuerpo de Lomeña.

Una caja con presunta droga

A su vez, en la declaración explicó que “entonces, Cerrudo y ‘N. Z.’ subieron en el asiento trasero una caja, que parecía muy pesada por el esfuerzo que les demandó y que despedía mal olor; que Cerrudo que iba en el asiento de atrás sacó un arma de fuego y le dijo ‘llévame porque me van a matar y a mí no me importa hacerte daño’”.
Al mismo tiempo, el joven de 20 años que luego se quitaría la vida, “le pidió que los lleve hasta Playa Paraná y una vez allí bajaron la caja, las palas y la bolsa, y le dijo que se fueran y que volvieran dentro de una media hora”, continuó el testimonio.
También, de la declaración de quien inicialmente fue testigo reservado, y posteriormente imputado y detenido, pero a la postre liberado por la Cámara Penal, dijo que creían que estaban transportando droga, en realidad estaban trasladando el cuerpo de Lomeña, que había sido asesinado a puñaladas en la casa ubicada en Berwin al 200, donde también hallaron rastros hemáticos y elementos presuntamente utilizados para ultimarlo a él y a López.

Enterraron el cuerpo en media hora

Justamente los dos jóvenes que fueron liberados y que participaron en el transporte del cuerpo, según ellos, sin saber qué había dentro del mueble de madera, contaron ante la Justicia que vieron a Cerrudo y otros que viajaban en el auto “que se fueron para el lado de la ruta y se retiraron, regresando a la media hora”.
Además, el fallo consignó que “finalmente, otro testigo que iba como acompañante corroboró en lo sustancial los dichos del conductor”. Federico Lomeña fue hallado enterrado en el mismo predio donde los integrantes de la banda enterraban la droga.
Según declaró otro testigo, “Nicolás (Cerrudo) le contó que lo había hecho con otras personas, que eran ‘gente pesada’”; además, relató que “la deuda en realidad era de Cerrudo, ya que le habían robado cuatro kilos de marihuana y que ambos (tanto él como el joven que luego se quitó la vida) de algún modo estaban amenazados por López y Lomeña”.

Sigue la investigación

Hasta el momento, no trascendió la extensión de la operación llevada a cabo por la banda, que se dedicaba a la venta de estupefacientes bajo la modalidad de menudeo; si bien el presunto líder de la misma, oriundo de la capital de Mendoza, había sido detenido en la causa de los homicidios, finalmente fue sobreseído, aunque permanece investigado por presuntamente proveer la sustancia a Cerrudo, que a su vez tenía montada una aceitada red de “dealers”, los cuales mayormente eran amigos y conocidos.
Los cuerpos de Lomeña y López fueron hallados en Playa Paraná y El Doradillo, respectivamente; ambos, con signos de haber sido violentamente ultimados, en el marco de lo que parecería haber sido una puja interna entre los que formaban parte de la asociación ilícita, algunos de los cuales ya estaban siendo previamente investigados por la Justicia Federal.

ÚLTIMAS NOTICIAS