¿Somos auto-sustentables?

ASENCIOPor: Dra.Patricia Chambón de Asencio
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Si el éxito o el fracaso de este Planeta, y de los seres humanos, dependen de cómo soy y lo que hago, ¿Cómo ser? ¿Qué debo hacer?
– Richard Buckminster Fuller –

Auto-sustentabilidad, palabra asiduamente utilizada en diversos ámbitos del hacer humano, definida por los expertos como “la cualidad de poder mantenerse por sí mismo, sin ayuda exterior y sin agotar los recursos disponibles”.
En Ecología la sustentabilidad se observa en sistemas ecológicos o biológicos, por ejemplo los bosques, que mantienen su diversidad y productividad con el transcurso del tiempo. Desde la perspectiva Socio-Económica la sustentabilidad se define como la habilidad de las actuales generaciones para satisfacer sus necesidades sin perjudicar a las futuras generaciones.
Así un proyecto sustentable es aquel que se puede mantener en el tiempo sin ayuda externa y sin agotar recursos existentes. Un ejemplo es el Metro de la Ciudad de Monterrey (México) que funciona con energía de biogás generada de la basura del municipio. Habitualmente este gas producía contaminación. Al convertirlo en biogás provee el 52% de la energía necesaria para el alumbrado público y el funcionamiento del Metro.
No son sustentables la actividades económicas basadas en la explotación de un recurso no renovable que se agota y causa daño al medio ambiente, como es el caso de la actual explotación del petróleo, la pesca, la minería y otros recursos naturales.
La Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, fue la más grande del Siglo XX con la presencia de 178 países. En ella el Desarrollo Sustentable se reconoció como una necesidad básica para salir del desequilibrio económico, social y ecológico existente entre las diferentes Naciones del Mundo. Se reconoció entonces al medio ambiente como elemento fundamental para el Desarrollo Humano. La meta sigue siendo equilibrar satisfactoriamente las necesidades humanas a partir de un ambiente natural saludable y una economía justa. Para lograr esto se necesita la participación de todas las naciones a nivel mundial pues el Desarrollo Sustentable implica integrar acciones y cooperar.
Particularmente, en cada gobierno, el área de Medio Ambiente no puede estar excluida de las políticas tradicionales de la gestión pública para el Desarrollo. Su inclusión atañe directamente a los problemas del crecimiento económico, la desigualdad social, la salud pública, el empleo, la educación y la calidad de vida de toda la sociedad. Por esta razón, el Desarrollo Sustentable se ha convertido en los últimos 20 años en un término central, de carácter internacional, en el discurso sobre el avance y futuro de la Humanidad.
Biólogos, Economistas, Sociólogos, Antropólogos, Geógrafos, Urbanistas, Arquitectos, entre otros, han intentado definir con mayor precisión el significado de este pensamiento a partir de sus campos de estudio concluyendo que sustentabilidad implica “no matar a la gallina de los huevos de oro”, comprendiendo que la ambición desmedida va en contra de los recursos naturales y del beneficio de todos a futuro.
Todas estas lúcidas definiciones nos conminan a reflexionar urgentemente sobre nuestros actos cotidianos. Ya que cada uno de nosotros, como integrantes del Gran Sistema de la Humanidad y generadores permanentes del Ambiente que nos circunda, somos responsables.
Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de transformarse en un sistema auto-sustentable o seguir depredando y dependiendo de recursos externos, que son agotables, para el propio desarrollo y bienestar. Esto sucede a todo nivel.
No somos auto-sustentables cuando dependemos de sustancias o de personas que necesitamos para mantener el equilibrio psico-emocional. No somos auto-sustentables cuando dependemos de empleos o trabajos que no son dignos y a los que nos sometemos por miedo a la escasez. No somos auto-sustentables cuando obtenemos el beneficio propio a expensas del bienestar de los demás. No somos auto-sustentables cuando opinamos sin fundamento, vertiendo críticas tóxicas guiados sólo por el torrente emocional.
Ser autosustentable es ser consciente de la relación que existe entre nosotros y todo nuestro entorno y actuar consecuentemente. Esta decisión trae aparejado un cambio de cosmovisión. Dejamos de vernos como sujetos aislados, separados del resto; y tomamos consciencia de la interrelación que nos une a nuestros semejantes, al medio ambiente, a todo el Planeta. Dejamos de esperar que la solución a nuestros problemas venga desde afuera y activamente nos ponemos a generar situaciones nuevas que permitan solventar saludablemente nuestras necesidades. Esto es ser auto-sustentable en todo sentido.
Cada día que pasa nos hacemos más concientes de que ya no existen actos individuales aislados. Cada acción que ejecutamos se propaga como reguero de pólvora y produce consecuencias sobre los demás y sobre nosotros mismos, para bien o para mal.
No podemos encender fuego en nuestra propiedad sin considerar que podemos generar un incendio y propagarlo a todo el vecindario. No podemos fumigar con productos tóxicos sin saber que contaminamos el aire que respiramos. No podemos participar en decisiones abusivas de cualquier índole porque estamos generando malestar alrededor que rápidamente recaerá sobre nosotros mismos. No podemos fundir una empresa y desaparecer,suponiendo que podemos evitar las consecuencias negativas que esta acción acarreará sobre nosotros y nuestro entorno social y económico.
Es tiempo de que nos demos cuenta de que estamos incluídos en una Realidad Inseparable que nos afecta a todos. Realidad de la que no podemos aislarnos, interponiendo fosos con cocodrilos, muros, cristales blindados o ideas dogmáticas. No hay separación entre nuestros semejantes y nosotros; entre el Ambiente y nosotros. No hay escapatoria. Si lo daño, me daño. Si hago uso abusivo de cualquier recurso, daño al sistema y pongo en riesgo mi propia integridad.
Estamos todos juntos en este barrio, en esta ciudad, en este país, en este Planeta. Las acciones de cada uno de nosotros se vierten al Gran Ambiente y repercuten en él, dejando su impronta en todos los componentes del sistema.
Ballenas, mar, contaminantes, barcos pesqueros, gaviotas, basura, empresas, turistas, cruceros, rutas cortadas, sueldos sin pagar, alumnos, escuelas, salud, jóvenes anhelantes, adultos que toman desiciones y actúan, todos conectados, en una gran danza en espiral…
Que todos podamos recordar que somos células en Mismo Cuerpo y dancemos juntos!

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