El Balseiro celebró su legado con ciencia, arte y homenajes


El Instituto Balseiro (IB), que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) –
organismo bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros y de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), abrió sus puertas en el Centro Atómico Bariloche (CAB) para una jornada especial de festejos y de reconocimientos a miembros de ambas instituciones, con motivo de su 70° aniversario.
La celebración contó con una agenda de actividades que se extendió durante todo el día. Por la mañana se entregó el título de Doctor Honoris Causa de la UNCuyo a Abraham Kestelman, físico egresado de la primera promoción del Instituto Balseiro, en reconocimiento a su destacada trayectoria como docente, investigador y referente en física experimental y energía nuclear.
Por la tarde, con la presencia de autoridades del Instituto Balseiro, la UNCuyo y la CNEA, se
realizó el acto por el 70° aniversario del inicio de dictado de clases en el IB, en un evento abierto al público. Allí se anunció la entrega del Diploma de Honor del Senado de la Nación a la institución, entre otros reconocimientos.
Encabezaron el acto el presidente de la CNEA, doctor ingeniero Germán Guido Lavalle; la rectora de la UNCuyo, contadora Esther Sánchez; el director del Instituto Balseiro, doctor ingeniero Mariano Cantero; la vicedirectora, doctora ingeniera Graciela Bertolino, y el vicedirector del área de Ciencias, doctor Marcelo Kuperman, entre otras autoridades.

En primera persona
Al dirigirse al público, Lavalle afirmó: “El Instituto Balseiro es un ejemplo de todo lo que está bien, un proyecto sostenido en el tiempo y un conjunto de personas con la convicción y la capacidad para hacerlo posible. Este año también festejamos los 75 años de la CNEA y tenemos una historia en común de caminar juntos hacia adelante”.
“En el marco de estos 70 años, creo que Kestelman representa la historia viva de lo que es el Balseiro, no sólo por su talento sino por compromiso, entrega y convicción, con una mirada a futuro de esperanza en un sentido proactivo. Y esta es la actitud que él ha tenido toda su vida”, expresó Esther Sánchez.
Por su parte, el director del Instituto Balseiro sostuvo: “Tenemos que celebrar el camino recorrido, todo lo que hemos hecho y dado al país, mostrarlo orgullosamente. También tenemos que celebrar que estamos planificando un futuro juntos y que tenemos muchísimo para darle a la sociedad
argentina”.

Nuevo espacio
Durante la jornada, además, fue inaugurado el Espacio Arturo López Dávalos, un nuevo ámbito de encuentro e intercambio científico, académico y social que fue donado a la CNEA por la Fundación Balseiro. Este nuevo lugar en el Instituto lleva el nombre del impulsor de la Fundación, quien fuera egresado de la IV promoción de la Licenciatura en Física y del Doctorado en Física, profesor y director del instituto.
Al finalizar el acto, se presentó la obra “José A. Balseiro” del artista barilochense Pablo Bernasconi,
con música en vivo a cargo de la Banda Atómica. Por su parte, el Coro Universitario de Mendoza
(UNCuyo) brindó un concierto especial en el salón de actos del Instituto.

Un legado de egresados y contribuciones científicas
A lo largo de sus 70 años, el Instituto Balseiro ha formado a 2.998 profesionales en diversas carreras de grado y posgrado, incluyendo física, ingeniería nuclear, mecánica, telecomunicaciones, física médica y otras áreas de formación interdisciplinaria. La institución ha sido un motor en la generación de conocimiento, investigación y desarrollo tecnológico en la Argentina y la región.
Desde su inicio, el Balseiro ha mantenido un fuerte vínculo con el Centro Atómico Bariloche, uno de los centros de investigación más importantes del país, dependiente de la CNEA. Esta integración permite a los estudiantes acceder a laboratorios de primer nivel y participar en proyectos de investigación en áreas como energía nuclear, física aplicada, materiales, y tecnologías emergentes.
La enseñanza experimental es otra de las virtudes que ofrece el Instituto, a través de sus prácticas en laboratorios de avanzada y con equipamiento de punta del Centro Atómico Bariloche. Además, los estudiantes reciben formación personalizada por parte de docentes, científicos, investigadores y tecnólogos, parte de ellos pertenecientes al centro de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i)
que es el CAB.

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