Actualizarán las normativas de habilitación a piletas o natatorios de Puerto Madryn

Este martes, el Concejo Deliberante de Puerto Madryn aprobó el despacho del proyecto de ordenanza que actualiza las reglamentaciones para natatorios públicos y privados destinados al uso recreativo, deportivo y educacional. La iniciativa, presentada por el Ejecutivo, será tratada en la última sesión del año, este jueves.

El concejal justicialista Federico Garitano destacó que el proyecto deroga la Ordenanza N° 6.433, vigente desde 1997, y establece nuevas disposiciones que se adaptan a las necesidades actuales en materia de seguridad, higiene y funcionamiento.

“Es una normativa que se aggiorna a los tiempos que corren. Fundamentalmente, regula las condiciones que deben cumplir los natatorios en diferentes categorías: piletas en salones de eventos, alojamientos turísticos, y clubes o escuelas con fines deportivos y educativos”, explicó Garitano.

Entre los aspectos más destacados, la ordenanza define las instalaciones obligatorias en todos los natatorios, como vestuarios, servicios sanitarios, duchas, servicios médicos y depósitos de mantenimiento. Además, especifica que las piletas deben contar con veredas antideslizantes y cercos perimetrales de al menos un metro de altura para garantizar la seguridad de los usuarios, especialmente los menores.

En lo que respecta a las piletas deportivas y escolares, Garitano subrayó que deberán contar con un botiquín, camilla rígida y un espacio para atención de emergencias. También se exige la presencia de guardavidas y un servicio de emergencias habilitado por el Ministerio de Salud.

“El objetivo principal de esta normativa es reforzar las medidas de seguridad e higiene, especialmente en aquellos espacios donde concurren grandes cantidades de personas. Si bien no hay grandes cambios con respecto a la ordenanza anterior, sí se establece un marco actualizado para garantizar el buen funcionamiento de los natatorios”, agregó el concejal.

Adaptación progresiva

Los espacios que ya cuentan con habilitación tendrán un plazo de un año para adaptarse a los nuevos requisitos. Según Garitano, la mayoría de las instalaciones existentes cumplen con las condiciones básicas, por lo que el impacto de la normativa será gradual y no disruptivo.

“Es importante brindar al Ejecutivo una herramienta clara para controlar estos lugares y evitar episodios desafortunados que puedan poner en riesgo a la comunidad”, concluyó.

La actualización de la ordenanza responde a la necesidad de garantizar entornos seguros y regulados en los natatorios públicos y privados, tanto temporarios como permanentes.

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