CASI TODOS LOS CAUDILLOS TERRITORIALES JUEGAN `A DOS PUNTAS´ A MENOS DE UN MES DE LAS PASO NACIONALES. EL FEDERALISMO SURFEA ENTRE EL ENTUSIASMO ELECTORAL Y LAS NECESIDADES DE CAJA. EL FONDO SOJERO, UNA NEGOCIACIÓN CASI COCINADA

El dilema de los gobernadores

Por Trivia Demir

¿Que conviene más para los provincianos, después de tanto tire y afloje nacional? Posiblemente para los caudillos territoriales de provincias, la mayoría ya definidas, lo mejor por ahora es adherir figuradamente al que más arrastra en cuestión de masividad según los sondeos, pero manteniendo un discreto entusiasmo electoral y una conveniente buena relación con el administrador de turno.
Es que este tránsito hacia el 11 de agosto, fecha de las PASO para las que falta apenas un mes, momento decisivo para el destino del poder en la Argentina, es una navegación sin luces en aguas agitadas. Partidos y candidatos se aferran al prejuicio de que lo que ellos hagan va a ser seguido por los votantes. Una quimera sin la cual no se puede hacer política, pero que está lejos de verificarse, especulan desde la autopista de medios Total News. Los `bolseros noticiosos` opinan sin anestesia que la Argentina tiene un sistema político débil, en crisis, encorsetado por normas como el voto obligatorio y esas internas estatizadas que son las polémicas PASO, sistema que agoniza.
Los candidatos piensan en cómo les fue y cómo les puede ir con uno y otro candidato a presidente. Pero en la lógica de su gobernabilidad lo que se preguntan es ¿con qué vice me va a ir mejor, con Miguel Pichetto o Cristina de Kirchner? No pueden evitar la sonrisa cuando reconocen que ésa es la cuestión.

¿Corta o larga?

Eso los convierte en los parricidas de la lista corta, que se ven en el espejo de Domingo Peppo, que pide una prueba de amor hacia el Instituto Patria que le niegan por allí y lo prefieren, para lo de la lista larga, a su adversario Jorge Capitanich. O el caso de Mariano Arcioni que va con corta intentado además adherir a Juntos, aunque con poco esfuerzo, como para quedar bien con deux y el maligno.
Buena parte de los mandatarios opositores que almorzaron en San Telmo con Alberto Fernández se cuidaron de aparecer discretamente por la Casa de Gobierno o por el despacho nuevo de Pichetto en el tercer piso del palacio del Senado para dar a entender que saben que los Reyes Magos son los padres. Traducido este dilema a la jerga canalla de la política, dejan en claro que les convendría más negociar con el amigo Pichetto que con la Señora, como le dicen a CFK.
Esto es porque en la práctica los números lo reflejan, y es que circula entre ellos una minuta en Excel que muestra cómo las provincias recibieron un aumento de las transferencias automáticas de la Nación entre 2016 y 2019 que llega a un 1,5 del PBI. Esas transferencias llegan a los $300.000 millones y surgen de los presupuestos anuales y de los compromisos fiscales negociados entre la Nación y los gobernadores peronistas a quienes representó Pichetto como jefe del bloque federal del Senado. Ese aumento se compone de envíos a las provincias y CABA, 0,15%, el segundo Consenso Fiscal, 0,4%, y las trasferencias de la AFIP, 0,4%.

Billetera mata candidato

“Es la plata que le sacamos a Frigerio”, ríen los defensores de este argumento. ¿Con quién te gustaría negociar en el futuro? sigue la encuesta. Las apuestas hacia el candidato a vice del oficialismo se llevan todos los números. Tan discretas son esas charlas que la nueva oficina de Pichetto no da abasto. Hay una cola en el pasillo de peronistas de todo el país que quieren verlo y negociar adhesiones. No alcanza el café, las secretarias están enloquecidas. Por eso el senador y candidato a vice va a trasladar esas negociaciones a unas oficinas en la zona de Recoleta cuyo lugar ocultaremos acá para no producir aglomeraciones de tránsito en la milla dorada más coqueta de la Capital.
La oposición entiende esto como nadie, porque explica la pasión parricida por la lista corta, que vale más por el peronismo que neutraliza y saca del juego que por lo que aporta en votos a uno u otro lado. Explica también que de los 22 senadores federales que heredó Carlos Caserio de Pichetto, sólo unos 13 asistieron a la cita con Alberto en la Cámara. Una señal de que la adhesión de ellos y/o de sus mandantes a la fórmula F&F es tibia y a reglamento. Como dice una expresión de pasillo, también canalla: esperemos el resultado de las PASO y ahí veremos si estamos con los Fernández o con Macri.

El mostrador de las leyes

Tampoco se queda quieta la oposición, que busca escenarios de confrontación en foros y temas con los que arrinconar al oficialismo, condenado al sinceramiento de su condición de gobierno en minoría en las dos cámaras. Uno de ellos amenaza por mesa de entrada y es el proyecto que mueve el cristinismo para reflotar en Diputados el rechazo al DNU 756/2018 que suspendió el Fondo Federal Solidario o “fondo sojero”. Ese decreto de Macri frenó la transferencia a las provincias y municipios de unos $35.000 millones detraídos del 30% de las retenciones que había dispuesto otro decreto de Cristina de 2009 (N° 206/2009).
Cuando se cerró el acuerdo con el FMI, esos envíos fueron suspendidos tras una negociación que le costó un cierre de unos $4.000 millones entre agosto y diciembre de 2018 para que los gobernadores aceptasen el recorte. Fue por un Programa de Asistencia Financiera a Provincias y Municipios que se les compensó entre agosto y el final del año pasado a las provincias las necesidades para pagar obras en marcha. Aceptaron a regañadientes porque la Nación los amenazó elegantemente con auditorías en las que se decía podían revelar desvíos de dineros del FoFeSo a gastos corrientes, especialmente en municipios.

A secreto agravio, secreta venganza

El DNU de derogación del FoFeSo fue una de las condiciones del acuerdo del FMI que quedó aprobado por el Presupuesto 2019, el más negociado y discutido de la historia porque contiene el programa del déficit cero o lo que se le parezca en los números oficiales. Rige porque el Congreso no lo derogó, pero la oposición insistirá en el rechazo con un proyecto que motoriza Diego Bossio, que sigue siendo el jefe de campaña de Massa a diputado nacional, pese al odioso veto que pusieron sobre su candidatura a renovar la banca desde el living de los Kirchner. Ahora, el ex director del Anses y negociador del peronismo no K con el Gobierno desde 2016, junta cerca de 15 firmas para relanzar en Diputados la reposición del FoFeSo, algo que el cristinismo no logró y que él quiere mostrar que puede. Una especie de prueba de (re) iniciación por un veto que es personal más que político que quiere rendir con discreción. A secreto agravio, secreta venganza, como en los dramas de honor de Calderón de la Barca, que se nos fue pero aún nos guía. Si esa presentación avanza, este sector de la oposición cree que tendrá número para habilitar el tratamiento por lo menos en Diputados y aun para aprobar la derogación. El riesgo para el oficialismo es alto porque son tiempos electorales y eso turba los ánimos. Si no, la oposición no incurriría en el error de criticar el acuerdo Mercosur-UE que el gobierno de Cristina le legó a Macri negociado en un 90%. Por esas turbaciones, la oposición cree que hay peronistas y no peronistas que podrían darle el voto para habilitar el debate. En política, cuando alguien te puede hacer daño, te hace daño.

Avanzada en la Corte

Hace unas semanas se hizo en la Suprema Corte una audiencia para escuchar los argumentos de las provincias que reclaman que les repongan esos fondos, que son Chubut, Santa Cruz, Formosa, Tierra del Fuego, Catamarca y Santiago del Estero. Allí surgió el compromiso de que los gobernadores se volverían a reunir con los magistrado en el lapso de 90 días, es decir entre las PASO y la primera vuelta. Pero esta semana se habló de una reunión anticipada para evaluar una presentación conjunta de los Fiscales de Estado. Dicen que tiembla el Gobierno ante el escenario, porque la Corte ya recibió a Macri en noviembre de 2015, a dos días de haber ganado el ballotage, con el fallo “SanCor” que ordenaba devolver los fondos de la coparticipación recortados por la reforma previsional durante años a San Luis, Santa Fe y Córdoba, sentencia que se extendió al resto y comprometió en la cuna a la nueva administración.
La definición de la Corte, de no llegarse a una negociación anticipada, puede ser brutal, ya que hay una mayoría que suele fallar contra el gobierno federal en beneficio de las provincias. La jueza Elena Highton, que solía enfrentarse con el ala federal de la Corte en algunos fallos argumentando que no se puede herir el financiamiento de la Nación, fue recusada en la causa del FoFeSo por Santiago del Estero. El cuerpo rechazo esa recusación, basada sobre las condiciones del nombramiento de Highton fuera del régimen de edad jubilatoria por un amparo judicial que la Nación no recurrió. Eso, dicen los santiagueños, la hace lábil a presiones de la Nación. Sus colegas de la Corte le quitaron de encima ese reproche y podrá entender en la decisión final sobre el FoFeSo.
La provincia del Chubut, a través del fiscal de Estado adjunto, Christian Martínez, y el letrado del área Javier Stampone, ya presentó una acción declarativa de inconstitucionalidad contra la eliminación del Fondo Sojero, alegando que las partidas que se coparticipan a los distritos estaban contempladas en el Presupuesto nacional y también en el provincial, afectando de esta manera el cumplimiento de las metas fijadas en la ley de Recursos y Gastos de las administraciones provinciales y municipales. De acuerdo a las cifras que maneja el estudio que asesora a la Provincia, Chubut podría recuperar 923 millones de pesos. Todo un dato.

Fuentes: Total News, NA, ADNS, propias

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