Crece la polémica por las carreras de galgos en Chile

Las Fiestas Patrias en Chile suelen estar ligadas a la alegría, los encuentros familiares y las tradiciones; sin embargo, en la localidad de Curacautín, en la región de La Araucanía, la inclusión de una carrera de galgos en la programación oficial desató una ola de críticas de organizaciones de protección animal y vecinos preocupados por el bienestar de los animales.
El evento está previsto para realizarse en la Ruta CH-181, camino a Victoria, y aunque cuenta con respaldo de difusión en redes sociales municipales, no es una actividad organizada directamente por el municipio. Pese a ello, la sola promoción generó un fuerte rechazo en la comunidad.
La indignación se debe principalmente a que estas carreras fueron vinculadas con prácticas de maltrato, explotación y abandono de los galgos, perros que suelen ser utilizados para competir hasta el límite de sus capacidades y descartados cuando ya no resultan “útiles”. En Chile, si bien no existe una ley que prohíba expresamente esta actividad, los defensores de animales exigen avanzar hacia un marco regulatorio que proteja a los animales como seres sintientes.
La Agrupación de Rescate Animal de Curacautín recordó que gran parte de los perros que llegan a su cuidado son galgos abandonados tras haber sido usados en carreras. La promoción de este tipo de eventos, señalan, no solo perpetúa la práctica, sino que también normaliza un modelo de entretenimiento basado en el sufrimiento animal.

El debate

Las carreras de galgos generan un fuerte debate en el país y en el mundo. Por un lado, sus defensores sostienen que forman parte de tradiciones populares y que, al no existir una normativa explícita que las prohíba, no deben ser censuradas. Además, recalcan que muchas veces se realizan con las autorizaciones correspondientes y que no hay denuncias formales que las respalden como actos de maltrato.
Por otro lado, organizaciones de protección animal, veterinarios y activistas aseguran que estas prácticas son incompatibles con una sociedad que busca avanzar hacia una relación más ética con los animales. Se argumenta que, durante el entrenamiento y la vida útil de los galgos, suelen sufrir lesiones, privaciones y, en muchos casos, abandono.
Este enfrentamiento de posturas impulsó discusiones en el Congreso para legislar en torno al bienestar animal. Existen proyectos que buscan prohibir las carreras, en línea con lo que ocurre en otros países que ya restringieron estas prácticas por sus consecuencias negativas en los animales y su incompatibilidad con los principios de protección ambiental y ética social.

El rol del municipio y los límites legales

La Municipalidad de Curacautín explicó que la carrera no es una actividad propia, sino particular, y que su rol se limitó a difundirla en redes sociales como parte de la programación general de Fiestas Patrias. Señaló además que históricamente no recibió denuncias formales por maltrato en estas carreras y que, sin pruebas ni un marco legal que las prohíba, no puede impedir su realización.
Aun así, el Municipio adelantó que, para evitar nuevas controversias, el próximo año difundirá únicamente las actividades municipales oficiales. De esta manera, busca distanciarse de eventos que generan rechazo en parte de la comunidad y que colocan en tensión la relación entre tradiciones culturales y bienestar animal.

Un dilema ético y ecológico

Más allá de la fiesta local, el caso de Curacautín reabre un debate mayor: cómo las sociedades modernas concilian sus tradiciones con el respeto por los animales y la sostenibilidad ecológica. Las carreras de galgos, al igual que otros espectáculos con animales, plantean preguntas sobre los límites del entretenimiento humano a costa de seres vivos.
Los defensores del bienestar animal sostienen que avanzar hacia una cultura más empática implica dejar atrás estas prácticas y promover alternativas recreativas que no impliquen sufrimiento. Desde una perspectiva ecológica, esto también se conecta con la construcción de comunidades más responsables, donde el respeto por todas las formas de vida es central en la convivencia.
El futuro de las carreras de galgos en Chile dependerá de la presión social, los avances legislativos y la capacidad de las autoridades locales de priorizar el bienestar animal sobre tradiciones cuestionadas. Mientras tanto, el regreso de esta práctica en Curacautín se convierte en un recordatorio de que la discusión está más viva que nunca.

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