Brasil y Chile impulsan la transición energética de la región
A pesar de que cada país ha adoptado una vía de transición energética única, comparten algunas características comunes, como una mayor seguridad energética a través de combinaciones energéticas y eléctricas diversas, un aumento de las energías renovables y una mayor proporción de energías limpias en la combinación de combustibles, mecanismos de aplicación de tarifas al carbono y entornos reguladores favorables que impulsan y posibilitan la transición energética.
De acuerdo con el informe del Foro Económico Mundial, Brasil ha incrementado su capacidad de energía renovable y su cuota de energía limpia, en gran medida gracias a su compromiso de largo plazo con la energía hidroeléctrica y los biocombustibles, al tiempo que ha aprovechado su potencial solar y eólico. El enfoque de Brasil en la planificación y los instrumentos políticos y el fortalecimiento de las instituciones ha creado el ecosistema adecuado para el impulso de la transición energética. Brasil ha mostrado su compromiso con la transición a las energías renovables durante muchos años, y ya consume casi la mitad de su energía (49%) a partir de fuentes renovables.
Además, el país vecino que será sede de la Cumbre Mundial de Transición Energética a realizarse en noviembre, ha avanzado hacia una transición equitativa a través de la Iniciativa de Descarbonización Industrial Profunda, una coalición de gobiernos y líderes industriales que busca descarbonizar sectores difíciles, como el cemento, el acero, el aluminio y la petroquímica, al tiempo que prioriza las redes de seguridad social, la participación de la comunidad y la recualificación de la mano de obra.
Fuente: Visión Sustentable