¿Cómo afecta el calentamiento global a las ballenas grises?
Un nuevo estudio revela que los cambios de población en las ballenas grises del Pacífico Norte oriental, algunos de los cuales han dado lugar a recientes eventos de mortalidad masiva, se deben a los cambios en la biomasa de las presas y la cubierta de hielo en el Ártico.
El calentamiento global está impulsando un rápido cambio en los ecosistemas del Ártico, incluidas las cuencas poco profundas y altamente productivas del Ártico Pacífico, que constituyen áreas marinas críticas que ofrecen oportunidades de alimentación estacional para diversas especies migratorias marinas.
Si bien los impactos climáticos afectan más directamente al nivel trófico inferior y a las especies de corta vida, no resulta tan claro cómo responderán las especies migratorias de vida prolongada al rápido calentamiento polar.
Las ballenas grises del Pacífico Norte oriental recorren grandes distancias a través del Pacífico para pasar el verano en estas áreas del Ártico Pacífico, donde se alimentan de presas de crustáceos bentónicos muy abundantes.
De la caza al cambio climático
Las poblaciones de estas ballenas, una especie cazada hasta casi la extinción a principios del siglo XX debido a la caza comercial de ballenas, han mostrado un gran éxito en su repunte hasta los niveles estimados previos a la caza de ballenas.
Sin embargo, varios eventos importantes inesperados de mortalidad en los últimos 35 años han dado lugar a importantes disminuciones en la abundancia de ballenas grises, lo que genera preocupación sobre el estado y la estabilidad de la población de esta ballena.
Se ha propuesto que las condiciones variables y cambiantes del Ártico pueden ser los impulsores de la dinámica de la población de ballenas grises.
Joshua Stewart, de la Universidad Estatal de Oregón en Estados Unidos, y sus colegas combinaron más de 50 años de datos sobre la abundancia de ballenas grises, partos, condición corporal y varamientos con un modelo de dinámica poblacional para comprender mejor los factores subyacentes a la capacidad de carga de la población.
Stewart y sus colegas han descubierto ciclos de auge y caída en su abundancia impulsados por cambios grandes y rápidos en su suministro de alimentos en el Ártico y el acceso a estos.
Cuando la baja biomasa de presas coincidió con una alta capa de hielo, las ballenas grises experimentaron eventos de mortalidad pronunciados, cada uno de los cuales redujo la población entre un 15 y un 20 por ciento.
Según los hallazgos, solo en los últimos 35 años las ballenas grises han experimentado tres «desplomes» poblacionales significativos.
Además, el equipo de Stewart sugiere que, dadas las tendencias actuales, las condiciones climáticas futuras en el Ártico no serán favorables para las especies de presa vitales para las ballenas.
El estudio se titula “Boom-bust cycles in gray whales associated with dynamic and changing Arctic conditions”. Y se ha publicado en la revista académica Science. (Fuente: AAAS)