A SIETE AÑOS DEL CRIMEN

Reclamaron justicia por la muerte de un policía de Río Negro asesinado en Bariloche

Familiares y amigos de Lucas Muñoz, el policía asesinado cuando iba a trabajar en Bariloche, marcharon este jueves en la ciudad rionegrina de Viedma para reclamar justicia al cumplirse siete años del crimen.

El asesinato del oficial de 28 años se mantiene impune desde 2016, cuando tras 27 días de búsqueda, su cuerpo fue encontrado con un balazo en la cabeza en un descampado, vestido con uniforme y junto a un arma de fuego.

La concentración comenzó a las 10 frente al Ministerio de Seguridad y Justicia de Río Negro en Viedma, luego hubo una marcha  por calle 25 de mayo, hasta la Jefatura de Policía de esa provincia, a la Casa de Gobierno y al palacio del Poder Judicial.

La familia del oficial denunció que el cuerpo fue «plantado» en ese lugar, ubicado en una zona de Bariloche que ya había sido rastrillada el día anterior, y señaló como posible que haya estado oculto en una sede de la Policía Montada, la cual allanaron dos veces en busca de pistas.

Según los familiares, al joven lo mataron en otro lugar, luego ocultaron el cuerpo durante varios días y finalmente lo «tiraron» en el sitio en el que lo hallaron, donde también se intentó montar la escena de un suicidio.

Luego de la desaparición del oficial hubo desplazamientos en la cúpula policial, retiros y policías investigados.

«Por el momento no hay resultados», dijo este jueves a Télam la abogada querellante de la familia Muñoz, Karina Chueri, quien aclaró que la causa tuvo un cambio de fiscal y que ahora se está tramitando en Viedma.

En ese marco, desde el Ministerio Publico Fiscal se informó que el expediente pasó del fiscal original Martin Govetto a la órbita del fiscal jefe Juan Pedro Peralta, quien cuenta con la colaboración de Paula de Luque para hacer una revisión total del mismo.

«Se está volviendo a revisar todo lo que se trabajó durante estos últimos años acá en Bariloche», indicó la letrada.

Es que, en febrero último, se difundió que un chaleco antibalas y una mochila con pertenencias de Muñoz fuero halladas en la comisaría 42da., en la que el oficial asesinado cumplió funciones.

Los elementos están siendo analizados en búsqueda de nuevas pistas que posibiliten identificar algún responsable de la muerte del oficial.

«Los primeros resultados demostraron que no había nada que nos pudiera ayudar, y ahora se están volviendo a peritar», aclaró Churi.

«No encontramos ningún rastro aparte de los de Lucas que, inclusive, fue asesinado con su propia arma que estaba limpia. Es una causa muy compleja, por las características del crimen y, por lo que entiendo yo, fueron profesionales», agregó.

Asimismo, detalló que el policía fue ultimado mediante dos disparos, uno que recibió en una de sus pantorrillas y otro en la nuca.

Finalmente, dijo que una junta médica de la provincia está revisando las dos autopsias que se hicieron, con distintas medidas y diligencias que los tres forenses que la integran aconsejaron para que se realicen.

«Pero, hasta el momento no se realizó ningún tipo de imputación», concluyó la abogada.

Muñoz desapareció el 14 de julio de 2016 cuando se dirigía a tomar servicio y su cadáver fue encontrado el 11 de agosto de ese mismo año.

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