EL EJECUTIVO ENVIÓ UN PROYECTO AL CONGRESO

El Gobierno busca promover por ley el uso racional y eficiente de la energía

El Poder Ejecutivo Nacional envió a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que busca declarar de interés nacional el uso racional y eficiente de la energía. El objetivo de la norma es contribuir a la seguridad energética, a la competitividad de la economía nacional, a la descarbonización y a la transición energética.

El proyecto, que lleva las firmas del presidente de la Nación, Alberto Fernández; el jefe de Gabinete y el ministro de Economía -en definitiva la fórmula presidencial: Sergio Massa y Agustín Rossi-, refiere a la optimización de la relación entre la cantidad de energía final demandada y de energía útil en su fin previsto, o medidas que permitan mejorar el rendimiento en la producción, el transporte, la distribución o la transformación de la energía, a través de la reducción de pérdidas de dicha energía.

Estas acciones se implementarán por medio de diversas medidas de gestión, cambios de hábitos de uso de la energía en la comunidad e inversiones en tecnologías más eficientes, sin afectar el confort y la calidad de vida de las y los habitantes. Las mejoras sistémicas generadas a partir de la eficiencia energética impactan directamente en la reducción de costos de la matriz energética, en los incrementos de productividad, en la seguridad energética y en la reducción de gases de efecto invernadero. Es por eso que, inevitablemente, el desarrollo de la eficiencia energética debe incorporarse como un elemento característico del desarrollo económico de un país.

El proyecto de ley nacional de Eficiencia Energética busca crear condiciones institucionales que favorezcan el desarrollo de las políticas de eficiencia energética en todo el país. La necesidad de contar con una ley nacional en esa materia radica en la relevancia que ha tomado para el futuro del sistema energético y la transición energética.

Se requiere un marco de políticas que abarque la temática de manera integral y potencie con mayor fortaleza sus objetivos e instrumentos para superar una serie de barreras culturales, económicas, técnicas, regulatorias y de información”, plantea el proyecto, que resalta que la energía ahorrada reduce la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, los requerimientos de generación termoeléctrica y la dependencia de mercados internacionales caracterizados por su alta volatilidad. A través de la disminución de los precios locales de la energía se reducen los costos de producción de los bienes y servicios, aumentando la productividad en diversos sectores de la economía y la competitividad del país.

Asimismo, las acciones de eficiencia energética en los hogares aminoran los gastos energéticos de las familias, permitiendo además alcanzar los mismos niveles de confort con un menor consumo energético, incrementándose asimismo las posibilidades de desarrollo de los hogares en situaciones de vulnerabilidad. La potencialidad de implementar acciones de eficiencia energética en cualquier uso y tipo energético plantea la importancia estratégica de estas medidas y se transforma en una herramienta para abordar la asimetría vigente en términos distributivos.

Por otra parte, el uso racional de la energía permite disminuir la contaminación y reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

El proyecto de ley del Poder Ejecutivo tiene por objeto propiciar la utilización racional y eficiente de la energía para contribuir al mejor aprovechamiento de los recursos energéticos del país, al crecimiento económico sostenible, al suministro de energía asequible, a la innovación tecnológica, a la seguridad energética, a la resiliencia de la red eléctrica y otros sistemas de transporte de distribución de energía, a la mejora de la calidad del aire, a la reducción de los impactos climáticos y ambientales y a la equidad social, en todo el territorio nacional.

Cómo lograr la eficiencia energética

Entre los principales mecanismos para llevar adelante la eficiencia energética se destaca la creación de un Sistema Nacional de Etiquetado de Eficiencia Energética; un Sistema Nacional de Información de Eficiencia Energética; un Sistema Consultivo de Participación Multisectorial y un régimen especial de promoción de proyectos de inversión en eficiencia energética. Se destacan también los sistemas de gestión de la energía para que cada industria o empresa pueda tomar las mejores decisiones en la materia; la implementación de medidas de ahorro costo-efectivas en los usuarios y las usuarias de las distribuidoras de energía; la clasificación energética de las viviendas para su comercialización; el desarrollo de contenidos educativos y comunicacionales para lograr mejoras en los hábitos de consumo de la energía y la existencia de estándares de eficiencia en el equipamiento consumidor de energía o con incidencia en su uso.

El proyecto establece un esquema de fomento que permitirá cubrir falas de mercado y traccionar inversiones que sistémicamente poseen un repago virtuoso. Por cada dólar invertido con eficiencia por parte del Estado nacional -destaca la iniciativa-, retornan 4 al circuito de la economía nacional.

El Plan Nacional de Eficiencia Energética (PLANEE) tendrá un primer horizonte temporal al año 2030, debiendo a partir de allí ser evaluado y actualizado cada 4 años, o cuando las condiciones exógenas se aparten significativamente de los escenarios analizados.

En cuanto al Sistema Nacional de Etiquetado de Eficiencia Energética, prevé generar un esquema consolidado respecto a la confección, el diseño y la implementación de etiquetas de eficiencia energética.

Fuente: Parlamentario.

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