LA IMPORTANCIA DE UN DIAGNÓSTICO TEMPRANO

26 de marzo: Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino

El Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino se celebra cada 26 de marzo con el objetivo de concienciar a todas las mujeres del mundo de la importancia de prevenir la aparición de esta enfermedad, teniendo en cuenta que, con un diagnóstico a tiempo, se podrían revertir las cifras, que cada vez cobran más vidas.

En Argentina cada año se diagnostican 4500 casos nuevos de cáncer de cuello uterino, con un total aproximado de 2300 muertes anuales.

Esta afección representa la tercera causa de muerte por tumores en personas con útero, aunque en nuestra provincia escala al primer lugar en los rangos etarios de 25 a 40 años, y  una de las principales causas de cáncer de cuello uterino tiene que ver con la infección duradera de ciertos tipos de papiloma humano (VPH).

El cáncer de cuello uterino impacta en toda la sociedad. Es una enfermedad altamente prevenible, siendo uno de los pocos tipos de cáncer con esta característica, y para ello hay dos formas complementarias de prevención3:

Prevención primaria: evitar la infección por VPH mediante el uso de preservativos en todas las relaciones sexuales y la administración de las vacunas contra la infección por VPH.

Prevención secundaria: Realizando la detección y el tratamiento a tiempo de las lesiones precancerosas. Estas lesiones no tienen síntomas visibles por eso para detectarlas se requiere el tamizaje mediante la aplicación periódica de un test.

Los virus de papiloma humano se transmiten por el contacto piel a piel con una zona infectada del cuerpo4 y son muy comunes en todo el mundo. Se estima que 8 de cada 10 adultos sexualmente activos contraerán VPH algún momento de sus vidas y hay, aproximadamente, 660 millones de personas infectadas con alguna de sus variantes a nivel global. Si bien el 90% de las infecciones desaparecen por sí solas en un período aproximado de dos años, existen más de 200 variantes del virus, algunas de ellas causantes del 70% de los cánceres de cuello uterino.

La mayoría de las veces, la infección por VPH no presenta síntomas evidentes y el sistema inmunológico se encarga de eliminar el virus de forma espontánea. Las variantes de bajo riesgo pueden generar verrugas o protuberancias fácilmente tratables. Sin embargo, las variantes de alto riesgo no suelen generar síntomas en los estadíos tempranos de la infección, y por eso allí reside la importancia de un diagnóstico de presencia del virus a tiempo.

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