Además, señalan que los únicos beneficiados en esta fecha fueron «los especuladores, ciertos juzgados y estudios jurídicos que ganaron con las medidas cautelares para importar juguetes a un dólar barato».
Este jueves, previo al día de Reyes, la Aduana secuestró 7.155 juguetes por un valor de $30 millones que ingresaron al país en forma irregular en procedimientos realizados en la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario, según informó el organismo.
«El balance negativo del año para el sector juguetero que está siendo destruido por estas maniobras, en particular la industria, que afronta mayores costos para producir por las tasas de interés, la falta de maquinarias e insumos del exterior y una abundancia de productos importados de dudosa procedencia», agregaron y reclamaron que se agilicen las autorizaciones para la importación de maquinarias, materias primas e insumos que no se fabrican en el país.
Agregaron que en el sector se frenaron proyectos de inversión y que se redujo el uso de la capacidad instalada.
Alertaron también por el efecto de la tasa de interés sobre la preparación del sector de cara al Día del Niño, a realizarse el próximo agosto: «Con el aumento de la tasa de interés, se está encareciendo el abastecimiento de materias primas adquiridas en el mercado local, lo que va está perjudicando a muchas pequeñas y medianas empresas».
«El objetivo de llegar al 51% de participación en el mercado argentino de juguetes que supo alcanzar la industria en el año 2015, quedó lejos de ser alcanzado porque actualmente la fabricación nacional volvió a explicar apenas el 30% del mercado», agregaron.
«Los mayores volúmenes de importaciones de juguetes suceden en dos momentos en el año: entre los meses de abril y mayo y entre septiembre y octubre, de manera previa al Día del Niño y Temporada de Fin de Año. En los primeros 10 meses del 2022, las importaciones de juguetes se incrementaron un 50% en dólares FOB respecto el mismo período del 2021, lo que perjudicó notablemente no solo a la industria sino también a importadores tradicionales, ya que dichas operaciones se realizaron a través de medidas cautelares que vulneraron la administración del comercio del entonces Ministerio de Desarrollo Productivo. Esta intervención de ciertos sectores de la justicia fue funcional a especuladores que buscaron aprovecharse de un dólar barato al tipo de cambio oficial y vender los juguetes al tipo de cambio ilegal, provocando una saturación del mercado local con productos que ofrece la industria, dañándola y acentuando la problemática de la restricción externa y la fuga de divisas», apuntaron contra las importaciones aprobadas a través de cautelares.
Este último punto fue fuertemente criticado por el ministro de Economía, Sergio Massa, quien cuando asumió puso especial énfasis en regular las importaciones y el uso de reservas para la compra de productos terminados o insumos que se producen en el país.
(Fuente: Ámbito)