EN EL DÍA MUNDIAL DE LA PREVENCIÓN, ESPECIALISTAS ADVIERTEN LA NECESIDAD DE UN ABORDAJE INTEGRAL DE LA SALUD MENTAL

El suicidio es la segunda causa de muerte en adolescentes y jóvenes menores de 30 años

En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre, la psiquiatra Vanina Botta se refirió al abordaje de dicha problemática, que actualmente se constituye como el segundo causal de muerte en personas entre los 13 y los 29 años, por detrás de los accidentes de tránsito. Asimismo, la profesional analizó el impacto de la pandemia en la salud mental y el incremento en el consumo de medicación psiquiátrica y automedicación durante el extenso confinamiento que sufrió Argentina.
Recientemente, durante la última reunión del Consejo Federal de Salud Mental, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, confirmó la creación de un plan de prevención del suicidio, iniciativa que constituye «un avance grande en relación a esta temática», según indicó, reconociendo que «necesitamos seguir trabajando junto con las provincias para la implementación de la Ley Nacional 27.130 de Prevención del Suicidio», reglamentada durante el tercer trimestre de 2021.

La segunda causa de muerte en adolescentes

En diálogo con AzM Radio, Botta precisó que «es importante entender al suicidio como un fenómeno multicausal en el que interactúan los factores de orden individual, personal, familiar, social y comunitario; y estos múltiples factores determinan la complejidad del fenómeno» y advirtió que «los números son alarmantes, la Organización Mundial de la Salud nos muestra que unas 800.000 personas se suicidan cada año, lo que representa una tasa de 11,5 cada 100.000 habitantes; y, sobre todo, estas muertes por propia voluntad afectan a un grupo etario muy importante, como lo son los y las adolescentes entre los 13 y 14 años, hasta los jóvenes de 29 años».
En dicho sector de la sociedad, el suicidio «es la segunda causa de muerte después de los accidentes de tránsito», planteó la psiquiatra e integrante del Cuerpo Médico Forense de Puerto Madryn, aclarando que «el suicidio, por supuesto, se puede prevenir: hay un montón de factores de riesgo que llevan a las personas a quitarse la vida, pero también hay otro montón de factores protectores».

Varones lideran la estadística

En la misma línea, sostuvo que «entre los factores de riesgo primero está el sexo: los varones son los que en general consuman el suicidio, mientras que en el grupo de mujeres lo que se ve son numerosos intentos de suicidio; pero ser varón es un factor de riesgo, además de la relación con algún padecimiento mental como la depresión, los trastornos del estado de ánimo, el consumo de alcohol y sustancias, la cuestión traumática en la infancia, sobre todo en traumas como un abuso sexual, el no tener grupo de sostén, no estar incluido en grupos, clubes, escuelas y demás».

«Hay que estar muy atentos»

«También», continuó Botta, «hay un montón de mitos en torno al suicidio, por ejemplo que ‘el que lo dice no lo va a hacer’, lo cual no es cierto porque cuando alguien habla de su idea suicida hay que estar más atentos que nunca; y a su vez se dice que ‘si ya lo intentó varias veces la persona está queriendo llamar la atención’, un mito que hay que desterrar porque la persona que ha tenido actos suicidas debe recibir necesariamente asistencia y atención».
«Es un tema muy complejo, multidimensional, enigmático y que conmueve a toda la sociedad. Por eso es importante que todos los actores de la comunidad podamos intervenir cuando alguien está poniendo en riesgo su vida».

La salud mental, en terapia intermedia

El aumento en los diagnósticos de depresión en adolescentes y personas jóvenes durante la pandemia es evidente: «Luego de la pandemia, se están haciendo estudios ya que todavía no se saben las consecuencias del confinamiento a largo plazo, pero ya hay relevamientos con mucha cantidad de gente que muestran cómo se afectó la salud mental de la población, sobre todo en este grupo etario donde el cerebro está en formación y recién a los 18 o 20 años termina de madurar, donde es tan importante el grupo de pares y donde aparecen estas cuestiones de violencia autoinfligida, como por ejemplo cortarse, lastimarse y quemarse hasta el suicidio consumado», manifestó la especialista.

Confinamiento y automedicación

Consultada sobre el incremento en la automedicación y el consumo de medicación psiquiátrica durante el confinamiento, Botta expresó: «Hay un estudio que está haciendo INECO Argentina (por el Instituto de Neurología Cognitiva) en relación a esta temática, y los datos preliminares muestran que han aumentado los casos de trastorno de ansiedad, depresión e insomnio, y que se empiezan a utilizar más psicofármacos. Y respecto a la automedicación, hay estudios interesantes que demuestran que durante la pandemia se empezó a utilizar la automedicación, no solamente de psicofármacos sino también de alcohol a modo de ‘medicación’. Pero son estudios a largo plazo que necesitan de un tiempo más prolongado para determinar las consecuencias».

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