El fiscal especializado en cibercrimen, Carlos Richeri, habló sobre una serie de estafas virtuales que tuvieron como víctimas a ciudadanos de la zona cordillerana.

En diálogo con AzM Radio Trevelin, explicó que «se trata de una suplantación que se realizó al escribano Lagos en Esquel y que generó, en principio, ocho víctimas las cuales perdieron 8 millones de pesos» y agregó que «esta plata la rastreamos, al igual que las llamadas que recibieron a través de WhatsApp, y hace un mes estábamos hablando del allanamiento que se realizó en Mendoza a quien de algún modo manejaba la información financiera y lograba lavar el dinero obtenido a través de la red BlockChain».

Asimismo, el funcionario judicial aseguró que «ahora logramos encontrar a un ‘secuaz’, una persona que colaboraba con esta otra persona, que operaba en San Juan y La Rioja y quien elegía a las víctimas, a la vez que también creaba las cuentas o bien obtenía información para obtener más cuentas, con las que después se diseñaba este laberinto financiero» y precisó que «diseñaban una operatoria a través de la cual, cuando caía una víctima y depositaba, ellos lograban pasar la plata de una cuenta a otra de manera simultánea para que sea mucho más difícil reconocer quién era la persona que luego retiraba los fondos».

«Luego de un trabajo importante logramos identificar al sujeto, el lugar donde operaba y realizamos los allanamientos, sobre los cuales consideramos que hubo buenos resultados. Es una sola persona la que estaba vinculada, que se suma a la de Mendoza totalizando dos, y sospechamos que también operaría una tercera que estaría en otra provincia. No tenemos todavía la certeza, pero esperamos que de las computadoras y los teléfonos que se secuestraron se obtenga esta información tan necesaria para saber con quiénes se hablaban, qué era lo que buscaban, e incluso información específica de estas maniobras de estafa», detalló Richeri.

Consultado sobre la presunta implicación de ciudadanos chubutenses en la red de estafas, el fiscal sostuvo que «hemos visto muchos teléfonos, incluso en uno de los casos la persona tenía hasta 100 chips que cambiaba a cada rato para comunicarse, y ninguno ha tenido contacto con la provincia más que para generar las estafas» y remarcó que «entendemos que hubo una inteligencia previa en muchas ciudades del país en las que se han elegido víctimas por determinadas características, estimamos que por ser referentes en algún tipo de perfil que ellos crearon como víctima potencial a personas que podrían disponer de grandes cantidades de dinero, eligiendo a escribanos y abogados, entre otros; y les ha ido muy bien ya que durante semanas han sostenido la maniobra y hasta robado la cuenta de Instagram a una persona, buscando más víctimas».