A través de un documento titulado «La importancia de trabajar juntos en pos de un objetivo común», seis entidades que nuclean a productores del Valle Inferior del Río Chubut pidieron al sector público articular acciones y evitar restricciones en el uso del agua para las distintas actividades que se desarrollan en la zona.
Los firmantes fueron la Cooperativa de Productores Integrados de Cerezas, la Sociedad Rural del Valle del Chubut, la Compañía de Riego del Valle Inferior del Río Chubut, la Cooperativa Agropecuaria «Valle de las Norias» Ltda., el Clúster Ganadero del VIRCh y la Cooperativa Agropecuaria e Industrial «Valle del Chubut» Ltda.
En tal sentido, las entidades señalaron que «por las características climáticas de la región, toda actividad agrícola debe hacerse bajo riego» y explicaron que «hoy, sobre 20.000 hectáreas de tierras irrigadas se encuentran en actividad más de 550 productores bovinos y ovinos, y más de 410 productores de alfalfa y otros forrajes, un amplio tejido de productores hortícolas y más 70 productores de cerezas y otros frutales».

Demanda de agua

Asimismo, especificaron en el documento: «Según datos de la Compañía de Riego y del Instituto Provincial del Agua (IPA), de los 30 m³/s que eroga el Dique Ameghino, 24 m³/s se derivan a los canales de riego, de los que vuelven al río unos 4 a 9 m³/s. De esta manera se mantiene un caudal pasante por el río en Trelew 10 m³/s en promedio. Las plantas potabilizadoras (Madryn, Trelew, Rawson) en su conjunto utilizan 2,5 m³/s. Es decir, de acuerdo a los caudales disponibles, el agua es suficiente para abastecer los consumos agropecuarios y domiciliarios, aún durante los momentos de mayor demanda. De hecho, algunas localidades del VIRCh no tienen dificultad alguna en proveerse de agua para potabilizar. El agua alcanzaría en la actual situación de crisis».

Impacto a largo plazo

En otro orden, plantearon las seis entidades que «conscientes de la gravedad de la emergencia hídrica, nos oponemos a cualquier medida cortoplacista que implique limitar en forma arbitraria e inconsulta el abastecimiento del agua de riego que impida el normal desarrollo de la actividad del sector agropecuario y que implique perjuicios económicos», sumando a ello que «dichos perjuicios impactarán en el largo plazo en la vida del sector, con degradación del sistema productivo, disminución de productores y unidades productivas, pérdida de mercados y deterioro de una calidad de vida y tradiciones de larga data en la región».

«Estamos dispuestos a dialogar»

«Sin embargo», continuaron, «nos encontramos disponibles y dispuestos a dialogar y aportar y trabajar en la búsqueda de soluciones de fondo y largo plazo para la planificación de un uso eficiente, sostenible y sustentable del recurso hídrico que derive en una mejora de la calidad de vida la población», advirtiendo que «está claro que para una mejora significativa en la eficiencia del uso del agua, se requieren inversiones en todos los niveles tanto productivos como de uso domiciliario y se necesita trabajar en la concientización del conjunto de consumidores y de la población en general para cuidarla» y que «dichas acciones deben incluir tanto a los consumidores particulares como productivos, a todos aquellos sectores que utilizan el agua para como parte de su actividad económica, a las instituciones encargadas de su distribución y/o control de uso, tanto en la cuenca del VIRCh como a lo largo de todo el recorrido del Río Chubut».