POR LA PANDEMIA LAS ENTREGAS SE REDUJERON Y EL SERVICIO SE ENCARECIÓ

La carencia de contenedores para la exportación impacta de lleno en Puerto Madryn

El representante de Comercio Exterior de la Cámara Industrial de Puerto Madryn (CIMA) y despachante de Aduana, Fernando Terraza, se refirió a la problemática global de la falta de contenedores para la exportación de productos, escasez que ha generado inconvenientes en la logística de varios puertos del país y del mundo, donde el muelle Almirante Storni de la ciudad del Golfo no fue la excepción.
En diálogo con El Diario, Terraza mencionó que «la carencia de contendores tiene que ver con el contexto de la pandemia a nivel mundial; al haberse reducido el consumo en el mundo, las empresas navieras dejaron de tener destinos que habitualmente tenían y, consecuentemente, se ha cortado muchísimo el tráfico internacional» y agregó que «a ello se suma que, en Argentina, nuestros puertos patagónicos están muy lejos de los centros de consumo y, en la época de la zafra de langostino, competimos con la zafra de los cítricos, que tienen una demanda mucho más grande que la nuestra de contenedores riffer».

Juego de (des)iguales

En tal contexto, «estamos en desigualdad con respecto a ello», apuntó, remarcando que «necesitamos la posibilidad de que más barcos vengan al sur, a Puerto Madryn y Puerto Deseado, porque las empresas están abarrotadas de pescado y es difícil poder conseguir contenedores en estas condiciones».
La solución no sería directamente económica, sino logística: «Algunas empresas los consiguen a cuentagotas, esto incluso pasa en China y en el mundo, a los contenedores los traen en camiones y hacen el consolidado, es decir la carga del contenedor, volviendo a Buenos Aires para embarcarse en buques de ultramar con destino al exterior», señaló.

Carencia mundial

«Este mecanismo trae como consecuencia un mayor costo, lógicamente, y obviamente lo que genera el incremento del tránsito de camiones en las rutas, por ejemplo roturas y contaminación ambiental. Lo lógico en estas condiciones es que los productores y exportadores puedan usar el puerto de Madryn, que es de tanta importancia, sin ningún condicionamiento. Donde están sus productos y sus plantas, con un puerto profundo y de estas características, es ideal que se puedan utilizar los contenedores como corresponde. Pero mundialmente hay una carencia de contenedores y los grandes consumidores como China tienen, también, sus puertos abarrotados, con grandes problemas logísticos», manifestó Terraza, añadiendo que «al aumentar el consumo en el mundo se suscita esta clase de situaciones».

Problemas logísticos

Las consecuencias del escenario actual no impactan solamente en la propia mercadería que puede echarse a perder, como es el caso de los productos de la industria de la pesca, sino también en la interrupción de la cadena de pagos y las penalidades por la demora en la entrega de productos que ya han sido previamente comercializados: «La no provisión de contenedores trae aparejada la no entrega de productos, con lo cual se genera un problema en la cadena de comercialización del comprador, no opera el puerto, los barcos deben volver a graduar sus pescas o capturas porque las cámaras están saturadas; y, en definitiva, también se generan otros costos por tener contenedores parados en el puerto. Nuestro puerto, por ejemplo, tiene capacidad de 400 enchufes para 400 contenedores, pero si no se los llevan y los mismos no se ponen a bordo de los barcos, se genera un cuello de botella porque no hay donde ponerlos», detalló el referente del área de Comercio Exterior de la Cámara Industrial.

Compromisos incumplidos

Por otro lado, Terraza puso en relieve que «cuando hay mucha demanda, lo que sucede es que las empresas navieras la cubren antes o después; pero en este momento no tenemos esa expectativa porque no sabemos qué va a pasar; el próximo barco previsto actualmente para aquí arribará el 18 (de agosto) y uno más el 5 o 6 de septiembre», sumando a ello que «esos barcos son los que traen contenedores vacíos y se los llevan llenos; y con ese margen de tiempo, es muy difícil que haya una provisión de contenedores cuando además hay compromisos en otros lados, ya que también está Puerto Deseado y Mar del Plata, que tienen el mismo inconveniente».

Poca disponibilidad

Desde lo personal, «no avizoro una solución en lo inmediato si no hay una nueva línea que pueda circundar en la Patagonia para poder proveer contenedores que escasean en el mundo», planteó el despachante de Aduana.
Consultado sobre si se trata de una falta propiamente dicha de contenedores, o bien de un encarecimiento que evita que las empresas puedan contratar dicho servicio sin que impacte notoriamente en el costo de sus operaciones, Terraza mencionó que «se han vuelto caros pero no pasa solamente por el precio, sino porque no hay disponibilidad de equipos».

«No tenemos expectativas»

Sobre esto último, indicó que «a las empresas navieras, que cobran un extra costo por venir a Puerto Madryn, tampoco les conviene hacerlo, pero siempre, en la época de zafra de langostinos, ha habido carencia de contenedores; hubo momentos donde no había un solo lugar en la ciudad para guardar un langostino, esperando que se llevaran todos los contenedores» y recalcó que «en este caso pasa lo mismo pero, además, no tenemos expectativas sobre lo que pueda suceder mañana».
«Hay tres empresas que operan por Madryn, dos de ellas en el mismo barco, en distintos sectores de la bodega; son Maersk, Hamburg Sud y Hapag-Lloyd. Esta última, aparentemente, no va a venir más, con lo cual se reduce la posibilidad de tener mayor cantidad de barcos», advirtió.

Consecuencias directas e indirectas

En cuanto al impacto que el escenario actual podría tener sobre los empleos que dependen del Comercio Exterior, Terraza fue cauteloso aunque reconoció que puede generarse una afectación indirecta: «La realidad es que, cuando se corta una cadena logística y se corta la cadena de comercialización, obviamente se generan dificultades que son insalvables. La producción tiene que continuar y lo que se produce se tiene que vender; de hecho, está vendido y tiene que salir para que no se corte la cadena de pagos con el exterior. Y todo ello trae como consecuencia alguna cuestión social, seguramente. Esto no puede tener continuidad en el tiempo», manifestó el empresario.

Sin solución a bordo

Se trata de una cuestión global pero, al igual que ocurre con la falta de definiciones respecto del ingreso de turistas del exterior y la consecuente apertura o no de la temporada de cruceros, en el plano nacional todavía no se ha planteado una estrategia certera.
«Cada quien tiene su problemática. La demanda de contenedores logísticos es monstruosamente grande, entonces, las mismas compañías navieras deben escoger si conforman a un cliente monstruoso o si conforman a la pesca en Puerto Madryn. Y, de alguna manera, dosifican: si hay 100 contenedores, por citar un ejemplo, irán 80 para un lado y 20 para otro. Así está funcionando más o menos ahora, a quien solicita 20 le entregan 4 o 5 y con ello debe solucionar su situación», concluyó Fernando Terraza.

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