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The Wild: La leyenda del Rock – Parte 23

Julio 1974: Robos y copias
Al finalizar el concierto, Claxon fue a esperarlo a la salida, cumpliendo con su promesa. Pero fue convencido por su manager y un amigo abogado que lo acompañaban, para que no se metiera en líos y, en cambio, le iniciaran una demanda legal por injurias y calumnias, lo cual era algo muy usual en Norteamérica. Y era muy sencillo de probar, había una multitud que escuchó los improperios, además de cientos de cámaras de video que estaban filmando todo. Era cuestión de conseguir una grabación y un par de testigos y Frank caía el lazo sólo, sin esfuerzo.
Eric Claxon envió a sus asesores legales con una citación judicial a la sala de ensayos del grupo. Aquella tarde Frank interrumpió la sesión, entusiasmado con mostrar una nueva canción a sus compañeros. Tomó una guitarra acústica, dijo “Escuchen esto”, y rasgueó los primeros acordes de una canción, mezcla rock, mezcla soul, que hablaba del uso de la cocaína, la letra era muy infame, promovía el consumo abiertamente, era en su totalidad una apología horrible y maligna de la droga, lo cual no fue aceptado por el resto del grupo, al que todavía le quedaba algo de cordura. “Son unos flojitos” les gritó Frank, y tiró la guitarra violentamente contra una pared. La guitarra se partió, las cuerdas sonaron en un acorde abierto y seco, como el acorde final de una ópera de Wagner, pero sin armonía.
El asunto fue que todo este acting había sido visto y oído por los representantes legales de Eric Claxon que estaban por entrar al estudio para increpar a Frank.
Al escuchar la canción, uno de ellos, que sabía música, John Paul Forster, se apresuró a garabatear la letra y la armonía en un papel que sacó del portafolio y salir corriendo. De inmediato se la hicieron escuchar a una persona cuyo nombre no viene al caso, que le cambió la letra para hacerla “políticamente correcta”, y en lugar de favorecer a la droga, la nueva letra, levemente modificada, decía todo lo contrario, la registraron a nombre de J.J.Cale (que desconocía los hechos) y luego fue grabada en 1977 por el mismísimo Eric.
Esa misma tarde, así como Frank irrumpió con la nueva y fea canción, pocos momentos después había sido desechada. Tenían ideas mucho mejores y mucho más lucrativas que esa letra no solo políticamente incorrecta, sino muy mala.
Frank estuvo sinceramente de acuerdo con los chicos.
Meses después, la canción fue editada por Claxon con relativo buen éxito , pero Frank se lo tomó a la risa. Al enterarse y escuchar en la radio al nuevo hit, dijo en un reportaje (refiriéndose a Eric pero sin nombrarlo) “Menos mal que me la robaste cabrón, me sentiría avergonzado de haber editado esa canción de porquería. Luego ven a mi oficina y revisa el tarro de basura, tengo tres o cuatro bollos de papel con canciones que desechamos, y un pedazo de sándwich de tocino que dejó el perro. Dice Charly que te lo regala”.

Continuará…

Por Carlos Alberto Nacher
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