¿Quién tiene el `peronómetro´ más largo?
Por Juana de Arco*
La cruzada por achicar aún más la mesa ya recontra chica del PJ Chubut comenzó ni bien el buzzismo perdió las elecciones contando con todo el aparato de Gobierno, teniendo la ventaja de estar en gestión, habiendo copado peligrosamente el sello partidario tras los empujones verbales que separaron al Rafa Williams de la conducción, y tras las oportunistas reformas a la Carta Orgánica para que muchos puedan `mojar´ candidaturas y sumarse a las PASO.
Ya en el Congreso de Lago Puelo (porque más lejos no lo pueden hacer para que no vaya la militancia) se veía venir la búsqueda desesperada de un bastión, `por si las moscas´.
Desde ahí, los `perdedores´ comenzarían a tejer una recuperación de sitios, bajo el copamiento maquiavélico de dos especialistas en “El Príncipe”: Carlos Tomás Eliceche y Gustavo “Kuko” Mac Karthy.
La cosa empezó después del desparramo que quedó con el triunfo de Mario Das Neves con `otro partido´, demostrando que el peronismo es populismo puro y eso requiere liderazgo de verdad, y que si ese liderazgo popular se identifica claramente, `no importa el nombre que lo nombra, sino lo que el nombre, nombra´, parafraseando a Galeano.
En ese momento los `chicos bien´ que le habían tomado el gusto a vivir de la política, se la vieron en figurillas. Ya no alcanzaba con recitar la pertenencia a un “ismo” (peronismo, kirchnerismo, cristinismo), había que tener militancia atrás, una rareza para el buzzismo por ejemplo.
Entonces, en febrero más o menos, empezaron la `caza de brujas´ para ver como recortar poder a aquellos que convencieron con sus liderazgos en las urnas, y a quienes podrían afirmarse en las conducciones públicas por idoneidad y trayectoria.
Fue el apoderado del Frente para la Victoria, el `incendiario´ Blas Meza Evans quien arremetió contra el intendente de Trelew, Adrián Maderna los primeros días del año con el triste argumento que “aquellos dirigentes políticos que llegaron a ocupar un cargo por otros partidos, de acuerdo a la Carta Orgánica, no podría aspirar a formar parte de la conducción del Partido Justicialista (sic)”. Lo dijo por los micrófonos de LU 20 y se encargó de dejar bien claro que el justicialismo “no es expulsivo”, pero esa cláusula está vigente. Agregó como para salvar `las ropas´ del ridículo que “otro caso distinto es el de dirigentes como José Gimenez, que es parte del `equipo´ de gobierno de Adrián Maderna en la Municipalidad de Trelew pero no fue candidato (…)
“Sobre él no hay nada que impida que sea candidato en la interna del justicialismo (sic)” reconoció Meza Evans. (Ver http://www.radiochubut.com/v2/2016/02/los-electos-por-otro-partido-pierden-automaticamente-la-afiliacion-al-pj/)
¿Vale para Giménez pero no para Yauhar?
Resulta que como no les fue bien con el absurdo planteo que se caía de plano con lo que mostraron las urnas y la voluntad popular, y ante la inminente necesidad de hacerse de cuevas, Eliceche, Mac Karthy, Meza Evans y unos diez más de la mesa chica se siguieron arrogando la representatividad y tratando de manejar un ridículo `peronómetro´ con fallas de fábrica, que son ostentar mandatos cumplidos y adaptar los cuestionamientos a quienes les puedan hacer sombra, sin acceder – por ahora- a llamar a internas saludables y obligatorias según la misma Carta Magna que recitan.
En ese marco, si algo los vendría preocupando es la gestión que está manteniendo el Valle, `parejita´, de buen nivel y con fuerte respaldo de la gente, y donde se concentró todo el resto del inmenso universo peronista que no entra en esa pequeña mesa de café que se reúne en edición trasnoche.
Ante eso, la búsqueda de aliados en Comodoro con el Frente para la Victoria residual, y en otros rincones, comenzó a ser un secreto a voces. La idea es esmerilar el armado del Valle y el resto del territorio que está en condiciones absolutas de soplarles el sello peronista. En este marco, un armador `exquisito´, y lo saben, es el ex ministro nacional, Norberto Yauhar.
Por eso comenzaron a surgir operativos de todo tipo. El problema es que tienen mala memoria y tratan de forzar un argumento que ellos mismos explicaron que no aplicaba.
Por estos días, recurrieron a un `mensajero solitario´ como lo llama Roberto Sosa de Generación Intermedia, al referirse a un tal Nicanor Arbeletche, que intentó impulsar una campaña de expulsión del PJ, nada menos que de Yauhar, quien es autoridad nacional del partido.
El chico quiere promover su expulsión ante la mesa de partidaria provincial, por “deslealtad, traición y conducta anti-partidaria” por ser Yauhar representante por Chubut, y debido a sus ganadas credenciales en materia de gestión nacional, en Hidroeléctrica Futaleufú.
El tema es que por más que manden a un `mensajero´ de tan poca monta a esparcir presuntas contradicciones (Ver http://lu17.com/chubut/quieren-expulsar-a-yauhar-del-pj) bajo los dichos del propio apoderado Blas Meza Evans, esto no rige para cargos `no electivos´ dentro de otras gestiones, tal como lo explicó en el caso anterior respecto a la situación de Giménez, funcionario de Maderna.
Menos aún, ya que Yauhar no solo no es funcionario de Das Neves, sino que presta servicios en un organismo administrativo semiprivado con participación pública.
¿Arrechea anda suelto?
Más allá de lo anecdótico del hecho, el caso viene a colación por la evidente falta de auto crítica y el enroscado modo de asirse al poder que posee parte de una clase dirigente que debería ser extirpada de las estructuras, por salubridad partidaria. De hecho la calle ya les dijo lo que piensan a tipos como Eliceche que tienen copada la presidencia “de facto” del PJ, luego de perder la Gobernación y dos veces consecutivas su propia ciudad, y que anunció su retiro de la política el pasado 11 de diciembre: “Dejo la política”, juró con voz temblorosa por todos los micrófonos que encontró ese día. Un juramento tan falso como divertido que recordó el del humorista Corona cuando dijo “quiero que sepan que dejé la droga, la cagada es que no sé donde la dejé”.
Tipos olvidadizos como Eliceche se rodean de otros operadores igualmente vaciados de memoria y lealtades. De hecho, el chico que mandan a chusear a Yauhar, y tal recuerdan los `compañeros´ de Trelew, primero fue Joven K; luego se acercó al Nuevo Espacio Peronista con pretensiones de candidato por portación de apellido NyC; con la velocidad de un rayo se fue detrás de Buzzi por dinero y un cargo para su señora en la Universidad del Chubut; luego ostentosamente se presentó en público y ante militantes en el VIRCH como el representante de Salvador Arrechea, el mismo que fue condenado por la Megacausa y encarcelado en octubre de 2015. Desde su fugaz aparición liderando la «Nueva» verde, al servicio del «Jefe» de campaña de Buzzi en Trelew, el célebre Ruben Zarate; hoy denunciado por vaciamiento del Ministerio de Educación con toneladas de pruebas en su contra; “el mensajero” se sumó a la lista de concejales de Gustavo Mac Karthy, perdiendo ignominiosamente, y como señalara lapidariamente un peruca que peina canas, “con lo que quedó demostrado que no representa ni a su grupo de amigos íntimos y parientes por los votos conseguidos”.
En fin, el problema con el `peronómetro´, un raro aparato que mediría la cantidad de peronismo en sangre, es que hasta ahora los que dicen haberlo visto funcionando y se arrogan su manejo, no han logrado falsear sus datos. Cuestiones de la tecnología, vio?
*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia y ceniza de tantos…