“Una Mente Brillante”

Por: Dra.Patricia Chambón de Asencio
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¿Qué es verdaderamente la Lógica? ¿Quién decide qué es la razón?
El premio Nobel John Nash y su esposa Alicia Lopez-Harrison de Lardé fallecieron en un accidente de tránsito el pasado 23 de Mayo. El taxi en el que eran conducidos el matemático y su esposa se estrelló cuando intentaba adelantar a otro vehículo. Así concluyó la historia de John y Alicia, unidos por toda una vida de desafíos y logros.
John Forbes Nash fue ganador del Premio Nobel de Economía en 1994 por su contribución a la Teoría de los Juegos. Su historia quedará inmortalizada en la comunidad científica por su valioso aporte y, entre el público lego, por la película “Una Mente Maravillosa“ protagonizada por el actor Russell Crowe.
Nash, matemático brillante desde muy joven, padeció esquizofrenia paranoide durante toda su vida. Fue con la paciente ayuda de su esposa que pudo aprender a convivir con la enfermedad y reintegrarse posteriormente a su trabajo en la Universidad.
La Teoría de los juegos no cooperativos, publicada en 1950 y conocida como «el equilibrio de Nash», proporcionó una herramienta matemática conceptualmente simple pero potente para el análisis de una amplia gama de situaciones competitivas, de rivalidades corporativas, y de la toma de decisiones legislativas en el mundo actual.
Según la teoría, la competencia entre dos oponentes no necesariamente se rige por la lógica de suma cero. Dos oponentes pueden, por ejemplo, cada uno lograr sus objetivos máximos a través de la cooperación con el otro o no ganar nada en absoluto al negarse a cooperar. La ganancia o pérdida de un participante se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de los otros participantes. Todos están relacionados.
Es aquí donde esta historia nos invita a detenernos y volver a releer las anteriores líneas. Nash con absoluta sabiduría pudo enunciar con simplicidad y contundencia esta Teoría que viene a mostrarnos cómo se pueden solucionar complejas problemáticas en nuestra Economía actual. El enfoque de Nash está presente en la Economía y en todas las Ciencias Sociales y se aplica de forma rutinaria en otros campos como la Biología Evolutiva.
Su muerte impactó al mundo entero y sobre todo a aquellos que reconocen su aporte para dar soluciones a buena parte de la problemática actual.
Harold W. Kuhn, profesor emérito de matemáticas de la Universidad de Princeton y un viejo amigo y colega de Nash dijo: «Creo sinceramente que no ha habido muchas grandes ideas en el campo de la Economía en el siglo XX y tal vez, entre las diez primeras, está su Teoría del Equilibrio».
Roger Myerson, economista de la Universidad de Chicago, fue más allá al comparar el impacto de equilibrio de Nash en la Economía con el descubrimiento de la doble hélice del ADN para las Ciencias Biológicas.
“Los notables logros de John inspiraron a generaciones de matemáticos, economistas y científicos», dijo el domingo pasado el presidente de Princeton, Christopher L. Eisgruber. «La historia de su vida con Alicia conmovió a millones de lectores y espectadores en todo el mundo, maravillados por su valentía frente a los enormes desafíos que vivieron», agregó
No sólo nos dejó su “equilibrio de Nash” como aporte a la Ciencias, sino que su vida junto a su esposa Alicia fue el testimonio de cómo se puede afrontar una enfermedad mental. Tras años de internaciones en instituciones mentales y terapias infructuosas basadas en comas insulínicos y aplicaciones de electroshock para revertir su cuadro psiquiátrico, Nash logró manejar su enfermedad, aparentemente, cuando decidió no estar más enfermo. Según sus propias palabras: «Salí de mi pensamiento irracional sin ningún otro medicamento que los cambios hormonales naturales del envejecimiento», escribió en 1996.
Gracias al apoyo de Alicia, Nash aprendió a controlar las alucinaciones provocadas por la enfermedad sin tener que depender de medicamentos, lo que le permitió regresar a la docencia y la investigación a finales de la década de 1990. La pareja volvió a contraer matrimonio en 2001, trabajando juntos en temas de salud mental contribuyendo en numerosas acciones benéficas para crear conciencia sobre esta enfermedad.
Inspirador es, para los que seguimos en este plano físico, ver la vida de estas dos personas y lo que juntos lograron. La síntesis perfecta se ve plasmada en la escena de la entrega del Nobel en la película dirigida por Ron Howard. Qué mejor recordar las palabras que el guionista Akiva Goldsman, basándose en el libro de Silvia Nasar, pone en los labios del actor ese día: «Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y lógicas que llevan a la razón. Pero después de una vida llena de tales actividades, pregunto: ¿qué es verdaderamente la lógica?, ¿quién decide qué es la razón? Mi búsqueda me ha llevado a través de lo físico, lo metafísico, lo alucinatorio y de regreso. Y he hecho el descubrimiento más grande de mi carrera, el descubrimiento más importante de mi vida: Solo en las misteriosas ecuaciones del amor puede uno encontrar lógica o razón. Estoy aquí esta noche solamente por ti (dirigiéndose a Alicia). Tú eres la razón por la que soy. Tú eres todas mis razones… Gracias.»
Y como si siguiera comunicándose en silencio con ella, sacó de su bolsillo un pañuelo blanco que ella le había regalado el día de su primera cita. Lo olfateó y besó cariñosamente. Ella recordó que, al dárselo, había dicho que se lo regalaba para que le diera suerte, y él le había contestado: «Yo no creo en la suerte, pero sí creo en asignar un valor a las cosas”.
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