Página de cuento 839

The Wild: La leyenda del Rock – Parte 13

Por Carlos Alberto Nacher
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Octubre 1969: Las primeras grabaciones

A partir de su presentación no oficial y no registrada formalmente en Woodstock, THE WILD fueron escuchados por muchas personas. A pesar de contar con precarios medios de grabación, algunos asistentes pudieron filmarlos, no con buen sonido, con cámaras portátiles a cinta, filmando desde el aire, desde el ambiente, y alguna de estas películas, de alguna forma desconocida, fue a dar a manos de Jerry Wexler, del sello Atlantic City, que en ese momento estaba asociándose con la Warner Music para armar una nueva compañía discográfica, la WMG (Warner Music Group), en el sur de California, donde justamente tenían su domicilio THE WILD.
En cuanto vio y escuchó el filme, de inmediato llamó a Al Fresno para firmar sin más trámite un contrato millonario con THE WILD por 3 temporadas. El arreglo era que WMG tendría la exclusividad de la venta y distribución de los tres discos de larga duración que debería grabar la banda durante esos tres años, mientras los derechos de autor y el derecho de tocar las canciones quedaban para el grupo. Fue un buen trato aunque más adelante se convirtió en leonino, dado el éxito inesperado y arrollador de las canciones de Frank en su mayoría. Dos años más tarde, cuando el éxito estaba consumado, Frank decidió romper con WMG, lo cual le costó un juicio millonario.
Sin embargo, este respaldo de la WMG le sirvió al grupo para darse a conocer a lo largo de todo el territorio de Estados Unidos y, muy poco tiempo después, en Europa, Asia y Sudamérica, estos últimos, dos mercados incipientes en pleno desarrollo.
Entonces, una vez puestos de acuerdo, grabaron su primer LP en los estudios Record Plant LA, en Los Ángeles, en la West 44h Street, a fines de 1969.
El LP debut se llamó “Injurious Trip (Viaje Nocivo)” y las canciones seleccionadas fueron aquellas escritas en Argentina en los primeros años de la banda (todas estas canciones habían sido transcriptas en inglés y se le habían quitado todos los modismos argentinos que pudieran haber habido en las letras, y a cambio se agregaron palabras del slang californiano. (Ver la sección “Discos y Canciones”).
La razón del título del disco nunca estuvo clara. Aquellas dos palabras bien podrían representar el consumo excesivo de LSD, una droga psicodélica muy utilizada por los hippies de los 60 (que actualmente está prohibida por los daños colaterales muy nocivos que produce) y que Frank acostumbraba a consumir para experimentar alucinaciones que luego le dieran lugar a la apertura mental suficiente como para componer más y más canciones nuevas, o bien el título hacía referencia al sufrido viaje de los muchachos desde que habían salido de Arroyo Chotoré, pasando por Buenos Aires, La Habana, los suburbios de Miami, incluyendo el fatídico viaje en balsa desde Santa Cruz Del Norte en Cuba atravesando varios kilómetros del Mar Caribe hasta llegar a Cayo Largo, en La Florida.
Aquel fue el punto de partida a la gran fama. Dieron algunos conciertos con localidades agotadas en el Asbury Park Convention Hall en Asbury Park, Nueva Jersey *. El teatro explotaba en cada show de THE WILD. Aquel recinto había sido ocupado, hasta el momento, por muy grandes bandas (recientemente había actuado Led Zeppelin), pero nunca se había visto semejante locura descontrolada en el público, ni tampoco el nivel de entrega absoluta de los músicos. Allí arriba estaban Frank y Smog, cuya presencia no era motivada sólo por tocar rock, sino que ellos eran la esencia misma del rock, o lo que debería ser, un grito hacia la libertad y la revolución. Así lo entendían los fans que cada vez se multiplicaban exponencialmente como una pandemia irrefrenable.
Continuará…

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