FALLECIÓ ANTONIO TORREJÓN, UN EMBLEMA DEL TURISMO E IMPULSOR DE LAS ÁREAS PROTEGIDAS EN CHUBUT

Hasta siempre, Don Antonio

El 4 de octubre del año pasado había sufrido un ataque cardíaco en la ciudad de Buenos Aires, por lo que fue internado de urgencia en la clínica Suizo Argentina, donde le aplicaron tres stents coronarios. Si bien, en los primeros días había evolucionado favorablemente, Don Antonio, como lo conocía todo el mundo, más allá del ambiente de turismo, nunca pudo abandonar la clínica de cuidados especiales. Pero este viernes, ese corazón indomable que supo ser el motor de toda una generación y más, dijo basta.
Los pergaminos de Don Antonio son incontables, desde el año 1954, cuando hablar de turismo en la Patagonia era casi una fantasía y organizó el inédito Festival del Mar y diez años después fue nombrado al frente del área de Chubut, más tarde en Tierra del Fuego y luego en Santa Cruz. Hasta el día de hoy, transformado en un referente internacional, su paso tanto por el ámbito público como el privado no tiene parangón dentro del turismo argentino.
En 1976 lo nombraron subsecretario de Turismo; en el 79, interventor de Turismo de Tierra del Fuego y Asesor Especial de Santa Cruz; de 1988 al 96, secretario y ministro de Turismo de Río Negro y de 1996 al 2000, secretario de Turismo de Chubut.
Impulsor del sistema provincial de áreas protegidas, miembro fundador del Club Náutico Atlántico Sud, asesor de todas las provincias patagónicas, asesor honorario del Ministerio de Turismo de la Nación y asesor ad honorem de la Administración de Parques Nacionales. Y si eso era poco, en el campo académico se desempeñó como profesor de Turismo en la Universidad de Mar del Plata y fue Doctor Honoris Causa por la Universidad de Morón y titular de las Cátedras Turísticas de la UNS y la UNSJB.
Dedicó su vida, sin lugar a dudas, a fomentar el turismo responsable en una línea de pensamiento orientada a la construcción de un país equilibradamente federal con una adecuada conservación del ambiente y al manejo sustentable de los atractivos naturales y culturales. Y si estas palabras suenan a Torrejón, es porque él las dijo y hoy las hacemos nuestras.
Fue fundador de la Comisión de Turismo de Puerto Madryn y organizador, desde el inicio, de los campeonatos argentinos de Caza Subacuática; presidente y fundador de la Federación Patagónica de Pesca deportiva y, desde 1962, acompañó la creación de la Federación Argentina de Actividades Subacuáticas. Y un férreo defensor e impulsor del proyecto de la dársena de servicios náuticos.
Hasta la Isla de los Pájaros, en el corazón de la Península, le debe su cuidado y hasta se puede decir que el Cenpat, hoy tan madrynense, en los setenta Don Antonio tuvo mucho que ver en su llegada. Porque el turismo, cuando se mira desde el conservacionismo, tiene mucho que ver con la ciencia, y de esa forma fue el creador del primer sistema de Áreas Protegidas Provinciales Marítimas del Atlántico Latinoamericano en 1966, y de ahí a la declaración de “Patrimonio Natural de la Humanidad” de la UNESCO en 1999 para Península Valdés hay un solo paso.
Más de sesenta y cinco años difundiendo, educando y promoviendo al turismo en general y a la Patagonia en particular.
Hoy podrán decir que sus restos será repatriados a su Puerto Madryn y que el domingo serán velados para su descanso eterno. Pero Don Antonio vivirá por siempre, en cada mirada que se pose en estas tierras y en estos mares, honrando su memoria, cuidando su legado.

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