UNA FAMILIA TIPO CON DOS INGRESOS BASE NO SUPERA LA LÍNEA DE POBREZA

El salario mínimo sufrió una pérdida de poder adquisitivo del 28,2% en tres años

Cuando Mauricio Macri asumió como presidente a fines de 2015 una familia compuesta por cuatro personas podía cubrir los costos de la Canasta Básica Total (CBT) con dos salarios mínimos. No obstante, como consecuencia de la constante inflación que se ha evidenciado en los últimos meses los precios de los productos que marcan el límite de la línea de pobreza en nuestro país han aumentado más que los salarios.
Así las cosas, un grupo familiar que cuenta con dos jefes de familia que cobren el salario mínimo vital y móvil (SMVM) no pueden cubrir los elementos básicos que se necesitan para no ser considerado pobre. Esto se debe a que los ingresos de base en Argentina han tenido un crecimiento considerablemente menor que los bienes básicos.

Más familias en la pobreza

En este contexto, vale recordar que el SMVM de nuestro país sufrió una caída de 28,2% en términos reales desde finales de 2015. De esta manera, perdió más de un cuarto de su poder adquisitivo, pese del adelanto decretado por el Gobierno Nacional para la suba que correspondía a junio y que lo dejó en 12.500 pesos.
Con los datos que publicará hoy el INDEC se evidenciará una realidad sumamente complicada: a diferencia de lo que ocurría hace tres años, dos salarios mínimos ya no alcanzan para que una familia tipo quede por encima de la línea de pobreza. Esto ya había sucedido con los datos anteriores anunciados por la entidad oficial en marzo del corriente año, donde se había precisado que la CBT para una familia tipo, formada por cuatro integrantes, llegaba a los 28,750 pesos (sin incluir costos de alquiler). En ese entonces los números mostraron que si los dos jefes de esa familia están empleados y perciben un salario mínimo no llegan siquiera a acercarse a esa línea de pobreza oficial, ya que totalizan un ingreso familiar de 25.000 pesos.
En tanto, con los números que publicará hoy el INDEC se espera un nuevo deterioro, teniendo en cuenta que la línea de pobreza pegó un nuevo salto. Además, hay que agregar que la inflación de abril fue de 3,4%, mientras que el SMVM no sufrió ni sufrirá modificaciones en el futuro inmediato, recordando que la última cuota del cronograma de subas de 2019, que era en junio, se adelantó a marzo.

El salario mínimo cayó un 28,2%

Al respecto, un informe publicado por Cifra mostró que el salario mínimo sufrió, hasta marzo, cuando el Gobierno Nacional adelantó la suba de junio, una caída extraordinaria y muy superior a la del salario real promedio. De hecho, se contrajo 24,8% entre noviembre del 2015 y marzo del 2018, a pesar del mencionado adelantamiento de la última cuota que correspondía a junio.
Esa dinámica de fuerte deterioro explica, a su vez, lo mucho que empeoró la mencionada relación entre dos salarios mínimos y la línea de pobreza. En abril del 2016, cuando Cambiemos publicó la primera estimación de la CBT, el sueldo mínimo era 6.060 pesos y la línea de pobreza para una familia tipo era 11.320 pesos. Es decir: al principio de la gestión del actual Gobierno, dos salarios mínimos alcanzaban y sobraban para cubrir la canasta familiar.
Desde Cifra afirmaron que “en las dos últimas reuniones del Consejo del SMVM el Gobierno dispuso unilateralmente su actualización, ante la falta de acuerdo de las partes”. “Los aumentos dispuestos estuvieron sesgados hacia las propuestas del sector empresario e implicaron importantes pérdidas reales en el salario mínimo, que implican un deterioro de este instrumento como piso salarial. Y continúa perdiendo poder de compra ante la persistencia de una elevada inflación”, advirtió el centro.
Vale recordar que en noviembre del 2015 el salario mínimo era 5.588 pesos y por ende la suba hasta alcanzar los 12.500 pesos actuales fue de 123,6%, número muy inferior al 211,1% en que trepó la inflación acumulada entre aquel mes y abril del 2019. Por eso, al utilizar esa inflación para deflactar, la contracción real del SMVM fue de 28,2% en abril.

Pobreza e indigencia en Chubut

En tanto, en la Patagonia y en Chubut esta situación también impactó con una fuerza contundente. Puntualmente, en la región más austral del país la pobreza alcanzó al 24,9% de las personas, lo que quiere decir que prácticamente uno de cada cuatro habitantes de la Patagonia no llega a cubrir los costos de la CBT. En tanto, la indigencia llegó al 3,2% de las personas de dicha región, quienes ni si quiera pueden adquirir los productos establecidos en la Canasta Básica Alimentaria (CBA).
En Chubut la situación difiere dependiendo de las localidades que se miden. Si tenemos en cuenta lo que ocurre en Rawson-Trelew, la realidad es mucho peor, teniendo en cuenta que allí el 35,3% de las personas no llega a cubrir la CBT, mientras que la indigencia trepa al 4,3%.
En contrapartida, en el aglomerado Comodoro Rivadavia-Rada Tilly la pobreza es menor a la que se da a niveles generales en la Patagonia: 22%. Misma lógica se da en los números de indigencia, remarcando que en las localidades del sudeste chubutense la cifra llega al 2,9%.

Salario en dólares en la región

En este contexto, vale recordar que la cotización del dólar sigue manifestando inestabilidad constante en el país, situación provocada en gran medida por la proximidad a las elecciones nacionales y a la incertidumbre que existe por los lineamientos políticos y económicos sobre los que se trabajará en Argentina a partir de fines del corriente año.
Mientras todavía no se ha trasladado íntegramente a los precios la devaluación del año pasado, la divisa estadounidense parece estar a punto de comenzar una nueva escalada. De esta manera, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tuvo que detener su política de hacer descender lentamente la elevadísima tasa de interés, heredada del segundo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del cambio en la política monetaria nacional, que tuvo como principal objetivo el intento de recomponer la capacidad de valorización del ahorro en pesos.
En este mismo sentido, frente a los ingresos de los hogares que van quedando sistemáticamente por debajo de la inflación y de la escalada del dólar, se profundiza la recesión por la caída de la demanda interna y de las ventas de las empresas en el mercado doméstico. Con esto, el modelo económico y la volatilidad macroeconómica se convierten en el fundamento principal de la caída del salario y de su poder adquisitivo.
Según un informe realizado por la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), teniendo en cuenta el salario mínimo vital y móvil (SMVM), los asalariados argentinos están sufriendo una caída en su poder de compra inédita en los últimos años. En especial en la comparación con los demás países de América Latina, teniendo en cuenta que los haberes, medidos en dólares, hace tres años se ubicaban primeros en la región y actualmente descendieron a la sexta posición. En menos de un lustro el salario mínimo en dólares cayó casi un 50 por ciento.
Además, la tendencia macroeconómica actual no hace pensar que los asalariados tengan una recomposición en sus ingresos sustancial, sino todo lo contrario, ya que el panorama general es que dicha tendencia del último año continúe y hasta podría profundizarse.

Una familia necesita 57,6% más que un año atrás para no ser pobre

Una familia tipo necesitó en abril pasado $ 29.304,13 para adquirir la Canasta Básica Total y superar de ese modo la Línea de Pobreza, lo cual mostró un incremento del 57,6% respecto de 12 meses atrás, y del 3,4% frente a marzo de 2019.
Así lo indican las estadísticas oficiales de la Ciudad de Buenos Aires difundidas este martes, que no incluyen el gasto en alquiler de vivienda que requiere el grupo familiar.
Ese mismo hipotético hogar, compuesto por una pareja de 35 años cada uno, propietarios de vivienda y con dos hijos varones de 6 y 9 años, requirió $ 14.365,68 por la Canasta Básica Alimentaria, y situarse así por encima de la Línea de Indigencia.
Por su lado, la CBA para una familia que no alquila registró un avance de 61,1% frente a abril de 2018; mientras la variación contra marzo fue del 2,4%.
En el caso de un hogar integrado por una pareja económicamente activa y no propietarios de la vivienda, el costo de la CBT fue de $21.132,74 en abril, al registrar un ajuste de 55,2% en comparación con el mismo mes del 2018.
Para no caer en la categoría de indigente, necesitó contar con $8.713,61 en abril tras aumentar 61,1% en la medición interanual.
Para una pareja que es propietaria de la vivienda, el costo de la CBT, que delimita la línea de pobreza, tuvo un valor de $17.273,12; mientras que la CBA costó $8.713,61.
El informe elaborado por la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC) de la Ciudad de Buenos Aires dio a conocer también que en el caso de un hogar compuesto por una pareja de adultos mayores con casa propia, el ingreso necesario fue de $14.755,34 para evitar ser pobre.
A su vez, precisó un monto total de $7.253,49 para no ser considerado indigente. El sondeo se refirió también al «intervalo de ingreso total familiar teórico por estrato» para una familia tipo propietaria y señaló que el sector medio, denominado también «clase media» se encontró entre $45.956,89 y $147.062,03.

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