Podría faltar agua potable por el deshielo de los glaciares
El deshielo y, por lo tanto, retroceso de glaciares en Río Negro llegó a un nivel preocupante. Investigadores del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) encendieron una alarma por este tema. Los gigantes de hielo de la provincia retroceden de manera acelerada, lo que podría provocar serios faltantes de agua en sectores clave.
El fenómeno, atribuido al cambio climático y al aumento de la temperatura global, amenaza no solo a los ecosistemas de montaña, sino también a comunidades que dependen del agua de deshielo para el consumo, la producción y el riego.
En particular, glaciares ubicados en áreas como el cerro Tronador, límite natural entre Río Negro y Chubut, muestran una fuerte retracción y pérdida de masa.
Este proceso, cada vez más evidente en las imágenes satelitales y en el monitoreo de campo, compromete la disponibilidad de agua en épocas secas. Es que los glaciares funcionan como reservas naturales que liberan agua progresivamente durante el verano.
Riesgo hídrico en zonas clave
El retroceso glaciar en Río Negro podría afectar el suministro de agua en ciudades como Bariloche, además de impactar en actividades productivas dependientes del riego en el Alto Valle, donde se concentra la fruticultura.
A esto se suman los efectos indirectos sobre los humedales de altura y la biodiversidad asociada a los cursos de agua de origen glaciar.
Frente a este panorama, los científicos insisten en la necesidad de implementar políticas públicas de mitigación del cambio climático. Se busca fomentar el uso responsable del agua y proteger los ambientes de alta montaña.
Además, reclaman un mayor respaldo a la Ley de Glaciares, fundamental para regular las actividades humanas en áreas periglaciares y garantizar el monitoreo continuo de estos ecosistemas sensibles.
La situación de los glaciares en Río Negro es un llamado urgente. Para repensar el modelo de desarrollo, reforzar la educación ambiental y priorizar la gestión sostenible del agua en un contexto de creciente estrés hídrico.
Año Internacional de la Conservación de los Glaciares
Para acompañar la problemática y concientizar, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró oficialmente al 2025 como “Año Internacional de la Conservación de los Glaciares“.
Además, proclamaron al 21 de marzo de cada año como Día Mundial de los Glaciares a partir ahora.
Se apunta a sensibilizar al mundo sobre el rol fundamental de los glaciares, la nieve y el hielo en el sistema climático y en el ciclo hidrológico. Y además, informar sobre la relevancia que tiene esto en las economías, a nivel social y ambiental.